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Spoiler de mi nuevo e-book: #NEOPUBLI :)

Como últimamente no me queda mucha energía para escribir en el blog porque la estoy invirtiendo toda en escribir un nuevo libro, he decidido comenzar a compartirlo con vosostros y contaros algunas cosas sobre ello.

Me encantaría recibir vuestras aportaciones e ideas y me comprometo a hacer llegar una copia gratuita del libro a los 10 primeros que me hagáis llegar vuestras sugerencias. Por favor, postead vuestro comentario en el blog o en mi Twitter, de veras que me interesa! Aquí os dejo 3 spoilers: 

1. El concepto de portada

Neopubli png

2. ¿De qué va #NEOPUBLI?

A quién se dirige: a pequeños empresarios y responsables de marketing (sobre todo de empresas pequeñas y de tamaño medio) que necesiten comunicar sus productos sin grandes desembolsos publicitarios.  No es que deje fuera deliberadamente a nadie, es que he decidido enfocarme a quien realmente NECESITA imperiosamente cerrar el grifo del despilfarro en anuncios, porque le cuesta la misma vida.  Creo sinceramente que hay una ética muy evidente en esto.

Qué cuenta: explico de manera 100% práctica y con un montón de ejemplos de pequeñas empresas, por qué la única manera de atraer a los clientes hacia la compra es relacionarnos primero con ellos, con generosidad y sin interrumpirles.  No creo que suene muy innovador, pero como es la única vía que existe, es la única sobre la que puedo escribir con convencimiento.

Hablo de que para comenzar este camino hace falta una marca 1) DIFERENCIADA y 2) RELEVANTE, hace falta demostrar un expertise en tu campo y ofrecerlo con generosidad a través de tus contenidos.  Y por supuesto, trato sobre cómo distribuir ese contenido.  Y finalmente, hablo de que comunicar una marca hoy día no es un objetivo puntual sino un camino diario en todo lo que haces (punto de venta, nuevos productos, personal, etc.).

En suma, el camino ya no es ni será nunca más realizar promesas desde los anuncios sino ofrecer experiencias (aportar valor, que unas veces vendrá por la vía presencial y otras desde Internet).

3. Un epígrafe del principio del libro

Como acabamos de ver, ignoramos la publicidad cuando somos sus destinatarios. Y sin embargo, paradójicamente recurrimos a ella sin vacilar cuando creemos necesitarla en nuestras empresas y negocios. Hartos de esperar tras nuestro mostrador y ver que los clientes no terminan de entrar con la frecuencia que necesitamos, decidimos salir a buscarlos.  Y, ¿cómo lo hacemos?

Utilizando anuncios.

Anuncios que, como hemos visto, son ignorados sistemáticamente por sus destinatarios. Y sin embargo continuamos invirtiendo en folletos, octavillas, en banners, quizá en algún anuncio en  un periódico local… ¿Por qué?

Permíteme que comparta contigo mi teoría al respecto.  Opino que seguimos invirtiendo en publicidad porque el vecino también lo hace. 

Es decir, si mi competencia se publicita en el periódico local, o si reparte folletos, o si envía e-mailings indiscriminados, será porque les funciona, ¿cómo voy a permitirme no hacerlo? ¡se llevarán todos mis clientes si yo no lo hago también!

No sé si compartes conmigo esa sensación de que el efecto que la publicidad termina  teniendo sobre nuestras ventas casi nunca nos convence.  No eres el único que piensa así. De hecho, uno de los primeros anunciantes de la revolución industrial, John Wannamaker, decía esto…

Y es   que hasta el momento (puedes creerme, hace un par de años tuve que leerme para mi desgracia todo lo que se ha escrito en materia de medición de la eficacia publicitaria), la ciencia publicitaria no ha conseguido demostrar la existencia de correlación alguna entre el éxito de un anuncio y las ventas generadas como consecuencia del mismo. 

Pese a las evidencias en contra de la eficacia de nuestras campañas, tendemos a pensar que quizá fuimos nosotros los que fallamos y no el modelo.  Tal vez no invertimos lo suficiente como para generar el mismo ruido que nuestros competidores.  Quizá sus anuncios son mejores, sus mensajes más lúcidos…  Como pensamos que los demás lo están haciendo mejor, en la siguiente campaña buscaremos más impactos, invertiremos más recursos e intentaremos ser más ingeniosos que el negocio de al lado.

Uno de los gurús del marketing actual, el norteamericano Seth Godin (recomiendo sus libros, fáciles de leer y llenos de sentido común) habla de una escalada imparable de sobreinversión e ineficacia: “una espiral fuera de control donde, para destacar en medio del ruido reinante, se opta por aumentar más y más la inversión.  Cuanto más se invierte, menos resultados se obtienen y cuantos menos resultados se obtienen, más se invierte”.[1]

No tengas la más mínima duda: si crees que el negocio de al lado cosecha mejores resultados que tú debido que su publicidad es mejor que la tuya, estás ante un razonamiento erróneo. Déjame que lo exprese con total claridad, para que no te quede ningún tipo de duda al respecto: el problema no es que su publicidad sea más efectiva que la tuya.  Sino que en nuestros días ninguna publicidad lo es.

Si tu bar está vacío mientras el contiguo no da abasto, no le eches la culpa a su publicidad.  Los clientes que están dentro de ese local saben que el tuyo existe, incluso muy probablemente tendrán una imagen mental bastante acertada de quién eres y lo que ofreces.  Por tanto la comunicación no es el problema.  Y sin embargo, por algún motivo que debes descubrir, deciden no entran en tu bar sino en el de al lado.

Si tienes un despacho de consultoría donde el teléfono no suena nunca y sin embargo conoces a alguien que abrió sus puertas cuando tú lo hiciste y le sobran los clientes, lo más probable es que hay algo que hacen mejor que tú (tal vez prestan un servicio más especializado, dispensan un mejor trato a los clientes, están situados en una zona mejor, etc.).


[1] Godin, Seth. (1999). Permission Marketing.  Londres: Pocket Books

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Powerade Beat: un ejemplo de la publicidad del futuro… que no es Red Bull

Publicidad del siglo XX

Aquí un ejemplo de lo que Powerade venía haciendo en el pasado, imagino que tanto para atraer nuevos consumidores como para fidelizar a quienes ya habían probado esta bebida isotónica.

 

Un spot:

  • de estética irreprochable y que apuesta por un territorio poco capitalizado por su competencia: el esfuerzo del entrenamiento frente al glamour de la victoria, que es el espacio en el que se posicionaría la mayoría.  
  • con una promesa clara y directa: "toma Powerade y ayuda  tu cuerpo a llegar".  Es cierto que no vende retos imposibles, no te dice que Powerade te convertirá en un Ironman, pero se queda en una mera promesa.  Es decir, la comunicación no te invita a dar un paso más para implicarte con la marca. Te cuento un beneficio tangible, aderazado por un discurso que apela a lo emocional, y me quedo ahí.

Por tanto, por mucho que la estética o el mensaje central nos parezcan acertados desde el punto de vista de un profesional de la publicidad, probablemente este esfuerzo será baldío para la marca en los tiempos que vivimos, donde solo un 2% de los 3.000 impactos publicitarios que recibimos a diario logran convocar nuestra atención.  Por la sencilla razón de que todo aquello que aparece dentro de un bloque publicitario es inmediatamente identificado por nosotros como "información de baja credibilidad".

Pasemos página…

Publicidad del siglo XXI

Y aquí lo que descubrí hace un par de días, estando todavía de vacaciones por el Norte.

 

Cuando hablamos de Branded Content, frecuentemente pecamos de miopía y pensamos que la ficción (webseries, programas TV) o la información (blogs, artículos, documentales…) son las únicas vías para ofrecer a nuestra audiencia una comunicación útil que sea bien recibida.

Error.

Muchos consideraríamos esto que propone Powerade como una promoción de libro:

  • Porque hay una mecánica de participación: acumulas puntos entrenando a nado, en bici o a pie y los acumulas sincronizando tus sesiones de entrenamiento desde distintas plataformas.
  • Porque hay unos incentivos a esta participación: los puntos acumulados pueden servirte para conseguir dorsales (los que participamos desde hace años en carreras populares sabemos la pasta que se te termina yendo en esto…), material deportivo o productos Powerade.  

Siendo puristas, no deberíamos considerar esta acción como un contenido, ya que no deriva en ningún programa que podamos ver, ni en ningún evento que podamos disfrutar. 

Mie pregunta es:  ¿y qué más da?

Es una idea espléndida que se convierte en el epicentro de su comunicación.  ¿Por qué relegar el contenido, que para muchos es la manera más eficaz de conquistar la atención de la audiencia, a un evento minoritario o a la dispersión de Internet?  En lugar de hacer esto y copar la TV con anuncios como el que encabeza este post, Powerade decide concentrar sus esfuerzos utilizando su inversión en paid media para vender lo más interesante, lo que más posibilidades tiene de generar empatía con el target: esta promo.

El punto de inflexión

Hay una triple diferencia entre ambas publicidades: 

  1. Powerade deja de ser un intruso, que interrumpe lo que estamos viendo y se convierte en un facilitador, en un "mejorador" (permitidme la expresión) de nuestra experiencia deportiva.
  2. Powerade abandona el terreno de las meras promesas y ofrece una experiencia real a la que podemos incorporarnos.  Y que podemos disfrutar en el mundo real.  Cuando muchas veces hablo de que las marcas deben abandonar las milongas y ofrecer experiencias veraces y reales, me refiero a esto.
  3. Y finalmente, Powerade te invita a que conviertas esta historia (incentivar tu experiencia deportiva para llevarla más allá), en algo propio.  Hacer tu historia propia… No hay nada más importante en nuestra comunicación que implicar al usuario.  Por dos razones:

En estos tres pilares debe residir la nueva publicidad: valor en lugar de intrusión, experiencia en lugar de promesas e invitación a la participación.  

¿A que parece sencillo?.  Y de hecho lo sería si no fuese porque trabajar con estos parámetros requiere valentía y una visión de construcción de marca a largo plazo.  Dos ingredientes que no se dan en todas las empresas…

Saludos a todos.

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La muerte del CD y la moraleja para el sector publicitario (Vídeo de BRANDUCERS)

Un trozo de mi participación en la mesa redonda Agencias/Productoras de BRANDUCERS el pasado 2 de septiembre.

 

El termómetro de Internet me ha permitido observar en los últimos días que BRANDUCERS ha reactivado muchísimo el debate sobre la nueva publicidad.  De lo cual me alegro.

Por cierto, después de decir que las grandes agencias son churrerías de anuncios, está claro que me cierro la puerta definitivamente para volver a trabajar en el sector.  Qué le vamos a hacer.

Saludos a todos.