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Campofrío: ¿Publicidad oportunista a golpe de talonario? ¿Qué opinas?

Gracias a una entrada de Facebook (gracias, Raquel) descubro lo último de Campofrío: un alegato cargado de ilusión anti-crisis por donde pululan los primeros espadas del humor español.

 

Irreprochable estéticamente como cualquier producción publicitaria de las que se estrenan en estas fechas (la fibra sensible es más difícil de alcanzar si no cuentas con los medios apropiados), este spot me deja a medias.

Pero hoy me voy a ahorrar el juicio crítico y a cambio me gustaría formular algunas preguntas:

  • ¿Cuánto pueden haberse gastado en los honorarios de todos estos cómicos y cuánto chorizo y jamón de york hay que vender para amortizarlo?
  • ¿Podrían capitalizarse las colaboraciones con estos artistas dándoles más libertad interpretativa y montando una plataforma de contenido en lugar de un sólo spot?
  • ¿Construye este anuncio en la misma dirección estratégica apuntada por la marca en los últimos años con su campaña del "ejército español" e.d. "lo nuestro"?
  • ¿Resulta creíble viniendo de cualquier marca este intento de apropiarse el derecho a no deprimirse con la que está cayendo?
  • Y si lo es, ¿es apropiado para una marca como Campofrío?

¿Qué opináis?

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Sobre el prometedor futuro de la música. De la mano de las marcas.

Crushed cd

¿Crisis del sector musical?

Los que trabajamos en el sector musical tenemos que estar bien despiertos si no queremos dejarnos llevar por la ola de depresión que parece sacudir nuestra actividad. Acudimos a eventos donde los artistas se suben al escenario a protestar porque los discos no se venden (es cierto, según Promusicae las ventas de soporte físico han caído un 80% en los últimos 10 años), leemos que las grandes discográficas se desmoronan y que la cúpula de la SGAE está entre rejas, asistimos a la contracción del consumo en la peor crisis que recordamos y recordaremos…

Pero el término crisis, según tengo la certeza de que habréis escuchado explicar en alguna ponencia o leído en algún artículo como este, encierra un doble significado. Así lo define la RAE: crisis es un cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente. Así que vamos a mirar la botella medio llena.

¿Crisis?  ¿Qué crisis?

 Hablamos de crisis y sin embargo jamás en la historia de la humanidad la música había gozado de tal protagonismo en nuestras vidas como actualmente. 

Antes de la invención del vinilo, para escuchar música debías salir de casa y asistir a un concierto.  Con los vinilos, sus sucesoras las casettes y los sucesores de éstas, los CD´s, el tiro se amplió al ámbito del hogar.  Y con la revolución digital, esta esfera de consumo se ha universalizado por completo: cualquiera de nosotros puede escuchar música en todas partes (en la calle, en el metro, haciendo deporte, en un ascensor…) con una calidad de reproducción impecable y con toda la variedad de canciones que deseemos.

La música se ha convertido en un entretenimiento permanente y ubicuo, que nos acompaña 24 horas a día y 365 días al año.  Según el Centro de Investigación Sociológicas (CIS), se trata de la principal esfera de ocio para el 95% de los jóvenes.  Que es lo mismo que decir: será la principal esfera de ocio para la práctica totalidad de la población cuando estos jóvenes sean cabezas de familia dentro de unos años.

Este formidable éxito está fundamentado en el valor emocional que los artistas aportan a sus seguidores.  Nuestras preferencias musicales nos unen a los músicos que admiramos por lazos que trascienden su virtuosismo técnico o su talento como compositores de melodías y letras.

Así, nos integramos con gusto en su tribu de seguidores, nos convertimos en creyentes de su obra, incluso en evangelistas de sus canciones, que difundimos mediante nuestro propio boca a oreja desinteresado.

Les seguimos porque les admiramos y, por qué no decirlo, les amamos.

Música y marcas

 Curiosamente, he dedicado una gran parte de mi vida profesional a trabajar para otro tipo de clientes que matarían por tener una relación así con sus seguidores.  Hablo de las marcas.

La principal herramienta que utilizan para comunicarse con sus clientes es la publicidad.  Que en muchos casos consigue impulsar su notoriedad, pero que (según las voces más cualificadas en la órbita de los anunciantes y de las agencias), lastrada por la sobresaturación de los medios, difícilmente logra involucrar al consumidor.  Es decir, las marcas encuentran serias dificultades para tender esos lazos emocionales como hemos visto sí vinculan a los músicos con sus fans. Por eso creemos que las marcas y los artistas tienen mucho que compartir.  Y pueden beneficiarse poderosamente si se sientan a colaborar.

Las marcas pueden encontrar un magnífico cauce para conectar con sus consumidores sin la intrusión y la repetición característicos de los anuncios: el cauce de la música y de los artistas que la crean.  Y los artistas pueden contar, gracias al apoyo de las marcas, con más medios para hacer su obra más audible y llegar a un público mucho más amplio.

En ningún sitio está escrito que una marca y un buen contenido musical sean incompatibles.  Tampoco está escrito que lo que una marca requiere de un artista es que se vista con un mono lleno de logotipos igual que un piloto de Fórmula 1.  Si la colaboración con un grupo se circunscribe a colgar una lona junto al escenario cuando toca en un festival, es que no entendemos lo que el consumidor demanda ni el potencial de comunicación que un músico tiene ante su público.

Todo lo contrario: lo que una marca necesita es que le permitan participar en la creación y divulgación de contenidos excelentes que su audiencia sí quiera consumir.  A diferencia de los anuncios que, en muchas ocasiones, no queremos consumir.  De este modo las marcas disponen de un contenido, una historia atractiva que contar, de la que pueden apropiarse (owned media) y cuya difusión no depende ni de la inversión realizada en medios (paid media) ni de la viralización de terceros (earned media).

La música no está deprimida.  Están deprimidos  (y es normal) quienes aspiran a seguir lucrándose en este sector del mismo modo que lo han hecho en los últimos cincuenta años.  Personalmente, prefiero tomar un camino diferente, porque es el que nos ilusiona y porque entendemos que es el más adecuado para potenciar el trabajo de los artistas.  No olvidemos que la única pieza indispensable en este sector de la música son los músicos.  No los CD´s.

Proyectos como Risipop.com o Desconciertos para Verti Seguros nos han permitido conjugar la creatividad de los grupos y su interés por sorprender a sus audiencias, con las necesidades de engagement de las marcas con sus targets. Seguimos en ello. 

Estamos en terra incognita y nos queda un larguísimo camino por recorrer.  Procuraremos que todos esos pasos sigan siendo hacia adelante.

 

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Mastercard Campanadas 2011: una marca que en lugar de hablar de sí misma, te deja hablar a ti

Familia campanadas 2011
Me acabo de encontrar esta campaña de Master Card en Facebook, que me ha parecido todo un hallazgo.  Master Card te invita a grabarte un vídeo anunciando las campanadas en compañía de tu familia.  El vídeo más votado podrá ganar distintos regalos, una cena de Nochevieja para toda la familia, y un regalazo (al menos en el plano emocional):  la posibilidad de salir con tu familia anunciando las campanadas en Tele 5.

Fijaos el triple efecto de ver un vídeo así cuando estamos con las uvas en la mano el día de Nochevieja:

  • La disrupción que supondrá (espero que se atrevan a hacerlo) ver a una familia "normal" felicitando el nuevo año frente a los teóricamente "anuncios estrella" del año, pero que francamente, son un coñazo, rebosando como están de modelos perfectos con dientes nacarados brindando sin parar y moliéndose a abrazos en casas más parecidas a palacios que a cadsas.  Lo que Master Card va a hacer este año es lo que se llama romper los códigos.
  • La expectación de ver quién sale en pantalla, si es que has participado en la promo.
  • El boca a boca resultante entre participantes y no participantes de la promoción.

Quizá me equivoque, pero creo que esto va a hacer mucho ruido.

Lamentablemente, las marcas tan sólo se atreven a hacer esto con cuentagotas, y casi siempre en Internet.

Cosa que no les conviene: no puedo ir de moderno cuando estoy en la nube y de encorbatado cuanto salgo en TV.  La mente del consumidor está sobresaturada de información y solo hay espacio para las marcas más nítidas: las que tienen un solo rostro inequívoco.  Siempre el mismo.

Una marca capaz de relajarse y ofrece un lado más natural y menos edulcorado es una marca que se merece entrar en nuestras conversaciones.

Saludos a todos.

 

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Plan B. ¿Con «B» de…?

Recuerdo que cuando trabajaba para Lucky Strike, la moda imperante (impuesta por las restricciones publicitarias al tabaco) era tratar la marca con sutilidad en el punto de venta.  O sea, como decía uno de mis clientes, ponerla debajo de la mesa…

No pongas nunca tu marca debajo de la mesa

A menudo lo digo al explicar nuestro trabajo en Pop Up Música: que trabajemos en la creación de contenidos musicales, donde nuestros clientes se muestran ante el consumidor más como proveedores de entretenimiento que como anunciantes, no quiere decir que estemos por la labor de esconder la marca.

Nunca.

Si creemos en introducir a las marcas en el mundo del entretenimiento es porque confiamos en el efecto beneficioso que ello tiene en el engagement de sus consumidores.  Y para que sus consumidores evolucionen en el embudo de fidelidad, deben saber qué marca está detrás del contenido.

Así de sencillo.

El espléndido trabajo de Plan B

Hace más o menos un año me sorprendió muy favorablemente el lanzamiento de Plan B, un proyecto centrado en el apoyo de creadores de música amateur con varios ingredientes que a mi modo de ver disparan su cotización en relación a cualquier otro proyecto musical de los que te puedes encontrar en Internet :

  • La figura de Carlos Jean como imagen y epicentro del programa: colocarle al frente equivale a dotar de credibilidad al conjunto.  Además, es conocida su inquietud en el campo de las redes sociales, lo cual encaja con el enfoque wiki del proyecto.
  • Promocionar en los medios los temas resultantes del proyecto: como sabéis, Lead the way ha sido uno de los hits de este verano.  El contenido es real cuando, independientemente de que una marca esté detrás o no (eso es lo de menos), es tan bueno que puede desbancar a muchos otros contenidos con los que compite.   No estoy hablando de la calidad de Lead the way como tema, sino de la capacidad de situarlo como número 1 en la radio.
  • La aparición en prime time en El Hormiguero, que les permite llegar a  más de 2 millones de espectadores cada vez que Carlos Jean asoma su mezclador por el programa.  Hasta entonces el proyecto se había diluído entre su web y sus redes sociales.  "La nube" está tremendamente sobrevalorada: si bien te da la interacción y el diálogo que los medios tradicionales de momento no permiten, lo más normal es que si tu único punto de contacto con tus seguidores para transmitir ese contenido es Internet… no se entere ni dios.

Sin embargo, la imposibilidad de mostrar a la marca patrocinadora en televisión, al tratarse de una bebida espirituosa creó un abismo entre el éxito del programa y la lógica aspiración de la marca de alcanzar notoriedad.

Porque lo que Ballantine´s quiere es vender botellas, no que Carlos Jean y Electric Nana estén número 1 en las descargas de iTunes.

Poniendo a la marca de nuevo sobre la mesa

Viendo las revistas y el medio exterior, observo que Ballantine´s ha decidido solucionar este problema con una campaña donde se asocia inequívocamente el Plan B con la marca de whisky.

Plan b

Me parece perfecto: en ningún sitio está escrito que los consumidores no quieran marcas en sus vidas.  Que haya que esconderlas con vergüenza para blandir como un estandarte la independencia del contenido.

Para nada.

Lo que no quieren los consumidores son marcas que interrumpen, chillan o resultan irrelevantes.  Pero sí marcas amables que nos ofrecen contenido útil, esto es: información relevante o entretenimiento.

Me parece perfecto que hayan puesto de nuevo a la marca sobre la mesa pero me pregunto por qué no lo han hecho antes.

Saludos a todos.

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Charla sobre «los 13 errores del emprendedor» en streaming

El próximo martes 13 a las 17.30 horas comienzo en Zaragoza mi colaboración con Yuzz, un proyecto de la fundación Banesto que me encantó desde el primer momento que me llamaron.

Se trata de una iniciativa de fomento de la actividad empresarial, sobre todo en proyectos de base tecnológica, dirigido a futuros emprendedores de menos de 30 años.  Lástima haber dejado de nutrir ese grupo hace tiempo 🙁

Me parece bien que un banco se preocupe de estas cosas.  Quizá haya bancos que después de todo sí entienden que son parte integrante de un ecosistema al que deben servir, no sólo exprimir.

Hablaré con (prefiero "con" que "ante" : estoy yo para dar clases magistrales…) un grupo de jóvenes sobre los errores del emprendedor.  Desde que publiqué "Game Over: los 13 errores que me llevaron a cerrar mi empresa", siempre me toca hacer de gato negro.  Cosa que me alegra, dicho sea de paso: me sentiría bastante petardo dando conferencias sobre mis éxitos en lugar de sobre mi experiencia de fracaso.

Me dicen de la organización que podréis seguir la charla en directo en este link: http://www.livestream.com/yuzzing.

Aquí tenéis un vídeo sobre una de las iniciativas de Yuzz: un concurso de start ups.

 

Pues eso, que espero que muchos tengáis interés y/o tiempo para seguir la charla.  Lo pasaremos bien e intentaremos contagiarnos algo de ilusión sobre nuestro futuro profesional (y empresarial, que para mí es lo mismo).

Enviaré un reminder el martes.  Saludos a todos,

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¿No tienes presu para investigación de mercados? 5 claves para escuchar en Internet

Escuchar
La importancia de la información en un mercado sobresaturado

Con los hipermercados petados con más de 40.000 referencias distintas y 8.000 nuevas marcas llegando al mercado cada año, es prácticamente imposible que si trabajas para conseguir que tu producto asome entre toda esa oferta, consigas diferenciarte en términos técnicos/tangibles/racionales.

Lo más normal es que tus competidores disfruten de tu misma tecnología y parecidos recursos, entre ellos, los recursos humanos.  O sea, que si tú eres listo, sinceramente, lo más normal es que el de marketing de la empresa de al lado también lo sea.

¿Dónde puedes distanciarte de él?  En la información con la que cuentes.  Si sabes más sobre tus clientes, sus problemas y las soluciones que desean que les ofrezcas para solucionar esos problemas, estarás mejor equipado para darles un valor insustituible.

La investigación de mercados no es barata

Y por eso puede que pienses, ¿cómo puedo distanciarse de mi competencia si tengo recursos limitados y además, siempre que investigo, recibo las mismas respuestas generalistas y superficiales?

Probablemente recibes esas respuestas porque estás haciendo las preguntas equivocadas.  La industria de la investigación de mercados también tiene una revolución pendiente: escuchar al consumidor en su hábitat natural, no en una burbuja aséptica donde se les ceba como a ratones de laboratorio con refrescos y panchitos.

Escuchar versus investigar

Acabo de leer un artículo sobre la escucha on line publicado en la prestigiosa (e infumable) revista Journal of Advertising Research, que estoy consultando mucho por mi tesis doctoral y que jamás volveré a consultar en cuanto la termine.  Si pincháis en el link os encontraréis el artículo en la página 16 (sorry: es en inglés).

Está escrito por el vicepresidente de Insights de Nielsen (no sé si eso es mucho, en Estados Unidos casi todo el mundo es vicepresidente) y dos de sus colegas.  Nos dan cinco claves para aprender a detectar información valiosa sobre nuestro público a base de escucharles on line.

  1. Sé práctico y organiza un "Listening lunch" de tu equipo de marca.  O sea, pide refrescos y panchitos, sólo que para ti, y reúnete en una sala con el ordenador delante a escuchar y comentar entre vosotros lo que están diciendo de vuestra marca, de vuestros anuncios y novedades de producto.  ¿Realmente haces eso frecuentemente?  Lo sé, yo tampoco.
  2. Utiliza la escucha para formular mejores preguntas: los hilos más calientes sobre tu marca en foros y redes sociales es donde realmente te estás jugando los cuartos.  A lo mejor los matices organolépticos de tu producto o la equipación de último modelo de tu coche no lo son tanto.  ¿De qué hablan realmente tus clientes y qué lenguaje utilizan para refererise a tus productos?
  3. Utiliza la escucha para encontrar mejores respuestas: los blogs son una fuente óptima de información secundaria.  Solo necesitas algo de olfato para encontrar lo que buscas, y humildad para aceptarlo cuando lo encuentres.
  4. Solicita un resumen reciente de actividad de atención al cliente: casi nadie quiere prestar atención a esto porque duele confrontar la versión idealizada de las marcas que vendemos en su publicidad con la batalla cruenta en que a veces se convierte la relación con un cliente agraviado. Pero presenciar el conflicto puede ser una buena manera de conocer sus causas para evitar que se repita.
  5. Convierte tu escucha en un tracking continuado:  puede que ya lo hagas, sí es así nada que añadir.  El error es inevitable, si gestionas una marca siempre te encontrarás alguna incidencia.  Pero si aportas el valor que ofreces en tu comunicación y no menos, lo más probable es que minimices los problemas y las quejas.

¿Por dónde empezar?  Keep it simple.

Para los que no estáis muy avezados en esto de la escucha on line, os doy algunas pautas para investigar lo que se dice de vuestras marcas por la nube:

  • Lo más básico: créate una alerta en Google Alerts
  • Lo segundo más básico, hacer lo mismo en un servicio de alertas específico para Redes Sociales, como socialmention.com.
  • Si quieres saber el ámbito de influencia que tienes en la red, a nivel personal o bien para tu marca, echa un vistazo a Alexa.com y Klout.com, ambos son intuitivos y te ofrecerán distintos índices para saber cómo de mucho o poco se te oye en Internet.
  • Contrata un servicio más profesional, que te permite gestionar tu reputación on line con un interfaz propio: hay algunas versiones gratuitas como Netvibes (que te ofrece además soporte personalizado por menos de 30 euros al año) o Trackur.
  • Y si de verdad tienes presupuesto, llama a Nielsen, su producto Buzzmetrics tiene fama de ser uno de los más potentes en investigación de la reputación online.

Por último, aunque no tengas presupesto, si lo que tienes es tiempo, te recomiendo un artículo sobre Social Media Monitoring Tools de Juan Marketing, un tipo que sabe bastante más que yo sobre este tema. 

Saludos a todos.