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¿Hace bien Telecinco denunciando al bloguer que movilizó Internet contra «La Noria»?

David contra Goliath

Leo en la prensa que Telecinco ha llevado a juicio a Pablo Herreros, autor del blog "Comunicación se llama el juego".   Pablo, indignado con la aparición (cobrando) en el programa La Noria de la madre de "El Cuco" (uno de los implicados en la muerte de Marta del Castillo), escribió el artículo que podéis leer aquí sobre el caso.  Y pidió a las marcas anunciantes que sostenían económicamente el programa que dejasen de invertir en él.  Cosa que como sabéis sucedió, dejando a La Noria sin oxígeno hasta que dejó de emitirse.  Ahora se emite en en su nuevo formato "El gran debate".


La noria
Entiendo que Pablo no escribió nada que no hubiésemos firmado muchos miles de televidentes.  Estaba indignado sí, pero no más que, supongo, la mayoría de los que conocísteis que la madre de un presunto asesino cobraba por ir a contar en directo su versión de la historia.

Ahora Telecinco le lleva a juicio y el juez le cita como imputado.  David contra Goliath en la era de la comunicación social…  Confío en que, independientemente del signo que tenga la sentencia (en España es difícil anticipar esto), Telecinco tenga bien claro que jamás va a ganar esta batalla.

Porque tiene una imagen y una audiencia que defender, muy por encima de unos ingresos que recuperar.  ¿O es que los euros de los anunciantes son más importantes que respetar y fidelizar a la audiencia que, al sentarse delante de la tele, sirve para conseguir esos euros?

¿Es sostenible un modelo de negocio donde ignoras lo que el consumidor te pide?

Telecinco es una marca llena de contradicciones, justo lo que un consumidor más informado y exigente, que reclama transparencia, nitidez, verdad… no tolera ya hoy día:

  • Telecinco nos regala los oídos hablándonos de una televisión social y participativa. Y al mismo tiempo pretende que se condene a un televidente que se ha limitado a publicar en un medio personal una opinión sobre uno de sus programas, en ejercicio de su libertad de expresión.   Va a ser que sólo quieren que la tele sea social si hablamos bien de ellos.  Si hablamos mal, intentan cerrarnos la boca.  La realidad es que las televisiones no creen en el diálogo.  Sino en el monólogo publicitario del que procede el 95% de sus ingresos.  De las redes sociales lo único que esperan son ingresos extra
  • Los ejecutivos de Telecinco acuden a foros o debates sobre contenidos y el futuro de la publicidad.  Y al mismo tiempo dicen cosas como "llevamos 20 años haciendo lo mismo (e.d. vendiendo espacio publicitario al por mayor) y nos ha ido bien, ¿por qué cambiar?" o que "el legislador está observando nuestro trabajo y nos puede crujir por poner en el aire contenidos que al final son publicidad encubierta".  O sea, que pintan un futuro para la audiencia que ni el mundo alienado de George Orwell en 1984.

El principal problema que afrontaTele5 (al igual que la inmensa mayoría de las teles privadas) es que se resiste a entender que ha llegado a un fin de ciclo.  

Esto no es un problema a futuro, sino que ya está aquí.  El tren ha llegado al final de la línea.  Solo la caída del consumo está retrasado la llegada masiva a nuestros hogares de equipos de TV con DVR (en Estados Unidos, donde este tipo de dispositivos llevan más de diez años extendiéndose, ya el 40% de los hogares americanos los utilizan para bloquear hasta el 75% de los anuncios).  ¿Por qué no los vamos a bloquear si no queremos verlos?  Lo que queremos ver es el contenido, no los spots que no hemos pedido.  Es más, en un contexto en el que yo puedo ver lo que deseo cuando me da la gana y libre de publicidad, ¿qué sentido tendrán esas parrillas televisivas de las que tanto presumen los ejecutivos de televisión cuando voy a algún evento?

Por desgracia para ellos la era del diálogo digital sí ha llegado, aunque no sea en sus medios.  Quien manda es el consumidor, no la cadena.  Y el consumidor dará su propio veredicto.  

Confío en que no me denuncien a mí también por decir lo que pienso.

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Tele 5 introduce un jingle de Coca-Cola en su autopromoción

Anoche me encuentro en Telecinco este corte de autopromoción de la cadena, que me hace recordar el artículo que vi hace unos días en internet sobre la integración del jingle más conocido de Coca-Cola como música de fondo de la campaña.

 

Es algo que me llama poderosamente la atención porque esto de integrar el jingle publicitario de una marca dentro de la autopromo de una cadena de TV, que yo sepa, nunca se había hecho antes.  Se trata de dos piezas de un minuto (esto es sólo el extracto más largo que he sido capaz de encontrar on-line) por donde pululan los rostros de los presentadores más populares de Telecinco y Cuatro.

Los que os pasáis de vez en cuando por este blog sabéis que soy un defensor a ultranza de la necesidad de integrar la comunicación de las marcas de forma no intrusiva en el contenido que las personas queremos ver. 

En este caso concreto veo que se pueden realizar dos lecturas bien diferentes.

¿Un co-branding positivo para Coca-Cola?

Como apunta la nota de prensa de la cadena, el intento de la autopromoción de transmitir valores como la felicidad, la amistad o la diversión, encajan como un guante a Coca-Cola, que en su 125 aniversario se ha marcado como objetivo posicionarse como un transmisor universal de alegría. 

El conocido jingle de Coca-Cola se convierte en la banda sonora de este contenido, como un integrante más de esa escena de diversión.

¿Publicidad dentro de la publicidad?

En bachillerato teníamos un profesor de Literatura cojonudo.  Todavía le recuerdo como uno de los mejores profesores que he tenido.  Estudiando el Quijote, examinaba un pasaje donde Don Quijote y Sancho se encuentran con un libro escrito por un tal Miguel de Cervantes donde se narran sus andanzas: el recurso literario se llamaba "literatura dentro de la literatura".

Este caso de Telecinco, Cuatro y Coca-Cola podría definirse como publicidad dentro de la publicidad.  La autopromoción al final es un formato de autobombo, una ficción publicitaria orientada a transmitir los valores que la cadena desea proyectar, para así estrechar los lazos con su audiencia.  O sea, es publicidad de la de siempre: nadie se sienta delante del televisor a ver autopromos de Telecinco, sino a ver sus informativos, sus series, o Sálvame Deluxe. 

Y un jingle es un recurso musical al servicio del impacto publicitario.  O sea, sirve para convertir esa ficción publicitaria en algo más estético, efectista y memorable.  Por tanto estaríamos hablando de publicidad (el jingle de Coca-Cola) insertado dentro de más publicidad (la pieza de Telecinco).  ¿Un cóctel publicitario demasiado contundente para la digestión de su audiencia?

¿Qué opinas tú?

¿Crees que Coca-Cola se verá beneficiada por esta acción?  ¿De qué modo?

Saludos a todos.