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El futuro del Branding: 90% estrategia, 10% contenido

Menuda marca, menudo anuncio

Hace más de cincuenta años, un viejo publicitario de Chicago llamado Leo Burnett, dijo aquello de “intentemos que la gente diga ¡guau, menuda marca! en lugar de ¡guau, menudo anuncio!”. Como precursor que era, ya entonces Leo Burntett se rebelaba contra la inclinación de la mayor parte de la profesión publicitaria hacia el efectismo (lograr un impacto rápido con los anuncios, entendiendo que llamar la atención era necesario y suficiente para activar la preferencia de los consumidores).

Leo

Eran otros tiempos.  Las marcas lo eran en un sentido meramente comercial y no necesitaban llegar al corazón de los consumidores: sólo a su mente.  Para ello bastaba con lanzar anuncios desde el altavoz de los grandes medios.  Estos medios no estaban saturados ni se habían multiplicado por mil, Internet no existía y llamar la atención de esta manera era un trabajo relativamente fácil. 

Construir una marca = destacar en una fiesta

La mala noticia con la que tenemos que lidiar quienes trabajamos hoy día en comunicación, es que construir una marca se ha vuelto mucho más difícil.

Porque para hacerlo ya no basta con parir un claim feliz y vociferarlo desde los medios.  De hecho, las marcas se construyen cada vez menos desde las promesas publicitarias (porque la publicidad es la herramienta en la que menos interesado está el consumidor), y más sobre las realidades (su producto y las experiencias que ofrece la marca, tanto en el punto de venta como en eventos y en el ámbito digital).

¿Qué harías para relacionarte con el resto de invitados en una fiesta?  ¿Vociferar desde la puerta lo interesante y atractivo que eres?  ¿O entrar a fondo en la fiesta, contando tu historia? (una historia que, si quieres tener éxito, ha de ser relevante para quien va a escucharla).

Si eres una marca y tu fiesta es el mercado en el que compites:  ¿cómo puedes destacar en ella cuando estás rodeado por cientos de invitados aparentemente iguales que tú?

La respuesta es la estrategia de marca

El boom del contenido como palabra clave de moda en Internet, en las escuelas de negocio, en las agencias y en los departamentos de Marketing está generando muchísima confusión.  Muchos pseudoexpertos en Content Marketing (ese híbrido de content curation, SEO y actividad social), nos prometen que sostener una conversación permanente con una tribu de usuarios en Internet es todo lo que necesitamos para construir una legión de clientes fieles.

Falso. 

En una fiesta, si hablas mucho sin haber pensado primero lo que tienes que decir, habitualmente la cagas.  En el mercado, si planteas acciones de content marketing sin pensar primero cuál es ese posicionamiento diferencial que te va a permitir capitalizarlas, habitualmente la cagas.

El contenido no es la respuesta a nuestros males: a nuestra falta de credibilidad y de empatía con el target, al carácter borroso de la mayoría de las marcas con las que convivimos (según un reciente estudio del grupo Havas, no nos importaría que el 70% de las marcas desapareciesen).

La respuesta es la estrategia de marca.  Sin una marca bien posicionada, no hay manera posible de contar una historia atractiva que interese, active y llegue a fidelizar a la audiencia.

De la estrategia de marca al contenido

Algunos creen que porque los anuncios están pasando de moda, las agencias de publicidad están pasando de moda.  Estoy en completo desacuerdo.

Las agencias sólo necesitan reconvertirse del mismo modo que la publicidad necesita reconvertirse.  Pero el que debería ser su principal valor de cara a los anunciantes (no esas falsas nociones de creatividad efectista, sino la estrategia) va a ser más relevante que nunca en el futuro. 

Este es el único camino que yo veo para posicionar una marca en un contexto de ruido e indiferenciación:

Beefeater_cartel

  1. Diseñar la estrategia de tu marca: el contenido de Beefeater es excelente porque su posicionamiento basado en las raíces de un Londres ecléctico y aspiracional es excelente.
  2. Apostar por una comunicación no intrusiva basada en ese posicionamiento.  Y no generalizo si digo que lo que interrumpe (lo que va dentro de un bloque publicitario o tras el artículo que lees en una revista) es el anuncio; lo que entretiene o informa es el contenido.  Por lo tanto, si tus raíces están en el Londres de Carnaby Street, el nacimiento del pop, etc., no te limites a recordarlo como un mantra.  Desmenuza esta historia en tantas piezas (tantos episodios) como puedas: eventos, apps, promociones, ediciones limitadas de producto, etc. 
  3. Velar obsesivamente por la consistencia de esa comunicación.   No quiero invitados esquizofrénicos en mi fiesta.  No quiero marcas contradictorias o difíciles de entender en mi vida.  Quiero contar una historia inequívocamente mía, transmitir con nitidez unos mismo valores en cada punto de contacto con el consumidor.
  4. No conformarnos con impactar: aprovechar las oportunidades que nos brinda lo digital para ofrecer al consumidor sucesivos punto de contacto.  Cada punto de contacto debe ser una mano tendida para que el consumidor avance hasta el siguiente: una promoción on pack debería dirigirnos a una web o una página en Facebook que nos permita transmitir mejor el ADN de nuestra marca.  Y no podemos permitirnos el lujo de que un usuario visite nuestra web sin que ella le propongamos nuevas experiencias que intensifiquen aún más nuestra relación. 
  5. Apostar por la creación de contenido útil íntimamente ligado a esa estrategia: porque es el contenido, debidamente amplificado en medios pagados el que puede canalizar miles de visitas a nuestros medios propios y terminar cascadeando en una fuerte corriente de boca a boca positivo a través de medios ganados. Recordemos una vez más que el boca a boca no es un medio, sino un fin que aspiramos a conquistar con nuestra actividad de comunicación: y es más fácil que la gente hable de un contenido (que le informe o entretega) que de un anuncio (que habitualmente le interrumpe).

Saludos a todos.

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Branducers 2: logros y retos a futuro

Por segundo año he tenido la oportunidad de participar en
Branducers como ponente, en una de las mesas redondas sobre "contenido más allá de la TV".  

En lugar de resumir las distintas intervenciones, cosa que podréis encontrar en otros blogs y medios, en el viaje me anoté algunos aspectos a destacar (los grandes logros de este año) y otros a mejorar (los retos para el año que viene).

Brancucers mesa redonda
A destacar

  • Aplaudo que hayamos visto muchos más desarrollos prácticos que el año pasado.  Es una buena noticia que haya más casos
    prácticos que contar.  Y ha sido una buena decisión que los organizadores de Aftershare nos invitasen a que cada uno contásemos un proyecto de contenido de este último año.
  • Nutrida presencia de productoras y también (en apariencia) más agencias que el pasado año
    Lo celebro.  Es importante que la profesión entienda que las audiencias
    nos están exigiendo un cambio radical en nuestra manera de hacer
    publicidad.  Y no hay nada que negociar con la audiencia, porque siempre
    tiene la razón; si no le gusta un anuncio simplemente le dará la espalda, algo que no podemos permitirnos si queremos mantener la inversión de las marcas.
  • Parece que comienza a fraguarse una cadena de procesos estándar para lograr llevar un contenido a buen puerto.  El networking me sirvió para descubrir que gente brillante e ilusionada con esta nueva forma de comunicación (gente de Spotless, Antiestático, El Cañonazo…) se están encontrando con parecidos problemas y soluciones a los que hemos detectado en Pop Up.  Supongo que esto es bueno: como decía el gran Leo Burnett, la fricción genera chispas pero las chispas pueden generar movimiento.
  • La valentía de algunos para empezar a hablar de
    números
    .  Hay que decir con claridad que
    una serie de 10 capítulos (que en su conjunto nos dará alrededor de un millón de televidentes por punto de
    share) rodada con un gasto razonable, puede no sobrepasar los
    300.000 euros, presupuesto que se funde cualquier marca top en un solo
    spot y que apenas le alcanzaría para un puñado de pases en prime
    time.  La ruta de los contenidos no sólo es más amable para el consumidor sino visiblemente más rentable para el anunciante.

A mejorar

  • ¿Dónde
    estaban los anunciantes?
      Me preocupa que a un foro que es la punta de lanza del sector publicitario en
    España, solo acudan Campofrío y Movistar. 
    ¿Están demasiado ocupados rodando los spots de otoño?  Difícil de entender, francamente…
  • Agradezco las muestras de aperturismo en algunos representantes de las TV´s… pero sigo
    observando agudos coletazos de anacronismo

    Espero que los que se aferran al pasado y muestran como gran activo de su cadena las parrillas de programación, entiendan que la llegada masiva de DVR´s y
    Smart TV´s a los hogares españoles (solo la crisis la está retrasando) provocará que tanto los bloques publicitarios como las parrillas pierdan su razón de ser.  ¿Para que voy a esperar al jueves a las 22.30 para ver la serie que busco si la puedo encontrar en Internet o en mi DVR cuando me dé la gana?  Oigo que “las marcas quieren utilizar el contenido para colarse gratis en la programación” y me pregunto si el debate que debemos tener es ese o más bien: “¿por qué las teles están dispuesta a pagar por un contenido excelente si procede de una de sus productoras de referencia y sin embargo, si procede de una marca, a ese mismo contenido se le pide que invierta en spots/autopromos?”.
  • Creo que
    debemos superar la obsesión por encontrar una definición al Branded Content.
      Como muy bien apuntaba Toni Segarra estamos
    ante un entorno complejo donde el antiguo modelo (el de la interrupción y la repetición) ha de dar paso a uno nuevo que
    necesariamente requerirá que testemos muchas cosas por el camino.  Las etiquetas no nos van a ayudar a abrir las
    puertas que siguen cerradas.  Lo único que necesitamos es convertir lo que hoy llamamos publicidad (anuncios anodinos y predecibles) en algo que el consumidor sí quiera ver (entretenimiento ligado a una marca), ¿no sería fantástico poder llamarle publicidad?

En resumen

El balance me parece positivo. 
Por las palabras de Risto Mejide al terminar el evento parece que
tenemos Branducers 2013 asegurado. 

Espero que durante este año que transcurrirá hasta su próxima edición, podamos crear entre todos una legión todavía
más nutrida de creyentes en el contenido producido por las marcas.

Que es lo mismo que decir, creyentes en una forma de
comunicar mensajes de marca que los consumidores nos agradecerán.  Merece la pena: no sólo es el camino más ecológico que
existe
(el más respetuoso hacia el dinero de la marcas, el trabajo de las
agencias y el tiempo de los consumidores) sino el único que puede garantizar la
viabilidad futura de los negocios publicitario y de la TV
.

El spot ya no puede.

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branding

Abercrombie: el peligro de tener una marca exitosa pero vacía

Parir una marca mirando mi propio ombligo

Me encuentro un artículo en El País sobre la próxima apertura de la primera tienda de la marca de moda Abercrombie & Fitch en Madrid.

Abercrombie lona
A menudo pienso que mucha de la gente que trabaja en moda debe creer realmente que los consumidores somos gilipollas:

  • Que para engatusarnos basta con elegir al modelo/la modelo más macizo/a, sacarle una foto, pegarle el logo encima y empapelar nuestra ciudad de carteles.
  • Que atraer la atención con un sugerente desfile de torsos desnudos es todo lo que se necesita para consolidar la relación de la marca con sus fans.  Recurro a una cita del gran Leo Burnett que ya he utilizado otras veces en este blog:  "si quieres resultar notorio, sal a la calle con un gorro de plumas; serás notorio, pero también serás ridículo".
  • Que lo que verdaderamente importa en moda no es apostar por marcas que aporten beneficios racionales y emocionales reales al consumidor (marcas nítidas que éste quiera incorporar a su repertorio, porque le ayudan a definirse y a significarse en su grupo de referencia).  Lo que importa es imponer el criterio visionario del diseñador:  él decide cómo ha de ser el producto, la comunicación, el punto de venta. Y mágicamente, como en el flautista de Hamelin, los consumidores acudimos a su llamada y le seguimos como ratas hipnotizadas.

¿Hacer marketing sin entender lo que significa?

Además, en este caso el responsable de las relaciones con inversores de Abercrombie, se despacha a gusto diciendo: "consideramos que nuestro marketing es la experiencia en la tienda".

Alguien debería explicarle que la experiencia en la tienda puede ser una estrategia de comunicación o incluso de engagement, pero que el Marketing es un sistema de gestión, un modo de dirigir la empresa, orientándola a la satisfacción de necesidades de los clientes.  El Marketing no sólo tiene que ver con comunicar: tiene que ver con gestionar.

Puedes pegar un petardazo, pero si tu marca esta vacía, tus clientes se irán con el siguiente en pegar otro petardazo

Una marca sostenible debe prestar toda su atención a dos tareas:

  1. La de captación, para llenar las tiendas de consumidores y
  2. la de fidelización, para evitar que esos consumidores se arrojen en los brazos de la siguiente marca que abra una tienda repleta de modelos más macizos todavía.

No me consta que Abercrombie haga una apuesta nítida por un territorio de marca propia.  Ni mucho menos que sea capaz de generar un contenido útil y potente que emane de este territorio.

Es un notable problema que se da en nuestras vidas cotidianas:  la imagen que damos no tiene por qué coincidir con lo que los demás perciben.  Y lo que importa es lo que los demás perciben, no lo que nosotros creemos comunicar desde nuestra subjetividad.  Con las marcas sucede lo mismo: no dudo que sus diseñadores tengan meridianamente claro en su cabeza cómo quieren posicionar esta marca que llega a Madrid en medio de un gran estruendo de publicity.

Pero lo importante no es lo que esté en sus cabezas, sino en nuestras cabezas.


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publicidad para olvidar

Un anuncio gigante que no dice nada.

Hoy al abrir el periódico me encuentro con este mega-encarte de Correos.

Encarte el pais
He sacado una foto para que comprobéis el tamaño del "panfleto" (desplegado) junto al diario. 

Tela.  Veo que en el año 2011 muchos siguen seriamente preocupados por la preservación de los árboles de este planeta.

Cuando a mediados de los 90 comencé a trabajar en publicidad en Leo Burnett, realizábamos cada año una amplia tirada de encartes para nuestro cliente Marlboro.  El formato encarte tenía la ventaja de permitir una óptima reproducción de color, además de que te permite segmentar geográficamente, cosa que no siempre puedes hacer cuando compras un espacio dentro del propio diario o revista. Escogíamos el paisaje más bonito del pool de fotos que nos llegaba de Leo Burnett Chicago y ofrecíamos a los fans de la marca un poster a todo color cuyo valor era precisament eso: un paisaje bonito que podías poner en la pared de tu habitación.  A pie de página rezaba en pequeño: come to Marlboro Country.

Repaso los textos de este encarte de Correos (escritos en ese tono autocomplaciente y predecible tan típico de los anuncios) y descubro que deben estar modificando su oferta de paquetería.  Que pasa a llamarse 360º.  Desde una rápida lectura (¿acaso alguien le dedica a la publicidad el mismo tiempo que a una buena novela?), no soy capaz de determinar si se trata de un servicio totalmente nuevo o si se limitan a darle un giro cosmético a algo que ya existía. 

Un encarte que:

  • No clarifica en qué es mejor el servico de mensajería de Correos que DHL, UPS, Seur… Si no tienes nada mejor que ofrecerme que tu competencia, ¿para qué te diriges a mí? 
  • No me ofrece valor de ningún tipo:  ¿veis ese mini-folleto desplegable a la derecha?  Sí, yo también pensaba que incluiría algún cupón descuento para probar el servicio por primera vez.  Pues no: lo que incluye es más información egocéntrica sobre la oferta de servicios de Correos.  Alguien debe pensar que lo voy a meter en mi cartera para llevarlo por el mundo conmigo.

Me parece preocupante que un anunciante llegue a imprimir cientos de miles de encartes como éste y a pagar por la inserción de cada uno de ellos en el diario de información general de mayor tirada en España.  ¿Acaso no habría mejores maneras de informarme a mí como consumidor de en qué son buenos y cómo me puedo beneficiar de ello?

El reto de Correos no se diferencia tanto del que afrontan otros servicios postales nacionales como el británico Royal Mail:  marcas envejecidas y arrolladas por la pujanza de couriers más tecnológicos, más eficientes, internacionales y más baratos.  Hablamos de un problema de marca, no de producto.

Y como a menudo digo en mis clases, un problema de marca es un problema de "falta de amor".  Los clientes de Correos (actuales pero sobre todo potenciales) no perciben que sea la mejor alternativa en mensajería para ellos.  No creen que la marca Correos sea su "perfect match".

Si yo soy una marca y quiero que me quieras, no puedo hacer otra cosa que ofrecerte todo el valor que pueda y cruzar los dedos hasta que decidas acercarte a mí.  Ofrecerte información comercial escrita en primera persona es justo lo contrario a ofrecerte valor.

En la portada del encarte titulan:  "reinventamos la fórmula".  Yo les preguntaría cuál es esa fórmula que quieren reinventar, en qué la están reinventando y qué me van a ofrecer como estímulo para que deje de lado a mi proveedor habitual siquiera por una vez (parece una tontería pero es un movimiento hercúleo), y decida probarles a ellos.

Hasta que no me den las respuestas, me quedo con mi servicio de mensajería de siempre.

Saludos a todos.

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Mis alumnos recogiendo el Sol de Oro de Jóvenes Creativos

Sol oro jóvenes creativos

 

 

… Y aquí les tenéis recogiendo el premio.  Sus nombres: Angel Mellizo y Alvaro Martínez.  Les envío desde aquí mi enhorabuena.

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Un grupo de ex-alumnos míos de la Escuela Superior de Publicidad han sido seleccionados en una de las shortlists (o sea, es como si fuesen finalistas en su categoría) de el próximo festival publicitario de El Sol.

Aunque no soy muy creyente de los festivales, para ellos sería un espaldarazo profesional llevarse el premio y además el spot me parece muy acertado.  Una idea simple y sencilla, ¿para qué mas?  Como decía Leo Burnett, si tu anuncio contiene dos ideas, ya contiene una de más…. 

Si estáis de acuerdo y os gusta, podéis votarles aquí.  Se hacen llamar el Séptimo de Muriel.