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Las 3 claves para comunicar una marca moderna: ADN+CRM+Narrativa

Hoy quiero contarte una historia que, como todas, comienza por un momento en el pasado.  Un pasado en el que las marcas trataban a sus seguidores como un magma indiferenciado que denominaban audiencia.

Por aquel entonces, la labor de comunicar una marca consisitía en encapsular un único mensaje de marca en un formato publicitario (spot, anuncio en revistas, cuña de radio, marquesina, valla…) y chutarlo tantas veces como el presupuesto nos permitiese.  

No se distinguía al consumidor en función de su intensidad de relación con la marca ni se escogían los mensajes con esta intensidad en mente.  Para aquellas marcas todo era masivo y monocorde: el mensaje, los medios, las audiencias.

El tiempo ha pasado y pese a que muchas marcas se resisten a cambiar, observo que hay 3 cosas que ya resultan totalmente imprescindibles para cualquiera que quiera desarrollar desde cero una marca equilibrada o bien reposicionar una marca con problemas.

Sólo son 3 cosas, muy simple

  • La primera es el ADN de marca.
  • La segunda es el CRM.
  • La tercera es la narrativa (también la encontrarás llamada storytelling por ahí).

Vamos a ello.

1. El ADN de marca

Hace años cuando te incorporabas por primera vez a una agencia de publicidad y recibías tu primer briefing, invariablemente te topabas con el término procteriano USP (unique selling proposition).  Para aquellos incipientes departamentos de marketing de los anunciantes, todo lo que una marca debía comunicar a su target era una única proposición diferencial. Esa era la única vía para ganarse al consumidor: hacerle comprender esa característica singular que nos hacía mejores que la competencia.

Los años han pasado y, como te puedes imaginar, con los lineales de los hipermercados repletos con 30.000 referencias, el 80% de las cuales están profundamente indiferenciadas, en la mayor parte de los casos simplemente no es posible encontrar esa característica singular que nos hace mejores que la competencia.

Porque en la mayor parte de los casos lo único capaz de hacernos mejores, lo único capaz de decantar la balanza del consumo a nuestro favor es la marca en su totalidad.  Y una marca jamás es un USP sino una compleja amalgama de valores y atributos.  Igual que sucede con los seres humanos, el posicionamiento de las marcas no se sustenta nunca en un único atributo sino en multitud de matices (como suele decirse, cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre). 

¿Queda alguien por ahí que adquiera un BMW por su motorización o su acabado?  ¿O lo escoges porque esa marca es una extensión de cómo te percibes y cómo quieres ser percibido?

La mejor herramienta que conozco para deconstruir una marca en todos sus atributos (racionales) y valores (emocionales) es el ADN de marca: una matriz parecida a ésta que te adjunto.

Adn jpg

Llámale como quieras (hace años en un curso especializado de Desarrollo y Creación de marcas en Leo Burnett Londres lo conocí como "brand essence") pero te aconsejo que elabores una matriz como esta para tu marca y la tengas bien a mano: es la Biblia que tú y todos tus colaboradores (agencias, profesionales de Retail, y por supuesto tus colegas de Recursos Humanos que tendrán que formar al personal de servicio al cliente) deben tener en cuenta. 

Porque permite responder a la única pregunta sobre la marca que realmente interesa al consumidor:  ¿de qué va esta marca?

Por cierto, asumo que ya lo sabes, pero no elabores el ADN de tu marca tú solo mirándote al ombligo.  Deja que tus consumidores hablen extensivamente sobre la marca, contrata a un instituto de investigación para que la elabore o, si trabajas para una PYME y andáis escasos de presupuesto, monta unos focus groups de consumidores en tu oficina para orientarte.

2. CRM

La era del "café para todos" ya es historia.  En un mundo donde las personas huímos de la publicidad como las ratas del veneno, no lograrás llegar al corazón de tu público objetivo lanzando el mismo mensaje a todo el mundo.

Esto ya no va de conseguir impactos.  (Considera las implicaciones negativas de la palabra "impacto": ¿realmente lo que quieres es lanzarle algo a tu cliente hasta que le alcance?).

Esto va de construir relaciones. 

Por eso necesitas pensar en términos de embudo:  no puedes tratar igual a la gente que acabas de conocer que a tus clientes más fieles.  Y la labor de estimularles para que transiten a la parte derecha del embudo no les corresponde a ellos, sino a ti. 

Embudo

Afortunadamente la tecnología puede ayudarnos:  quizá a cambio de un pequeño incentivo como gancho puedas conseguir el opt-in de algunos clientes e ir relacionándote con ellos.

Sin prisa pero sin pausa.

Y sin olvidar a los más importantes: tus clientes fieles.  Los que más ingresos te generan y los que además generan boca a boca positivo sobre tu marca.  Incentívales los primeros o te sucederá como a las grandes operadoras de telefonía, lastradas por cientos de miles de clientes perdidos cada mes como consecuencia de regalar el IPhone no a sus clientes sino ¡a los clientes de la competencia!

Finalmente, no conozco mejor manera de medir el ROI de tu plan de comunicación que monitorizar el embudo con la ayuda de un panel de consumidores (no tienes por qué gastarte mucho dinero; puede bastarte una muestra de unos pocos cientos con periodicidad semestral) cómo está progresando tu embudo.  Si su parte final se ensancha, es que estás haciendo un buen trabajo.  Si por el contrario sufres un atasco en su parte central, tendrás que escarbar para descubrir la causa.

3. Narrativa

De nuevo, es importante recordar lo que se nos enseñó: que para comunicar a nuestro target bastaba encapsular nuestro USP en un anuncio.  Producíamos una sóla pieza publicitaria y nos sentábamos a verla en el aire en los distintos medios.

Y de nuevo, esto también es historia.

¿Acaso tus hijos -o tus sobrinos, me da igual- prefieren el mismo cuento todas las noches o que les sorprendas de vez en cuando con algo nuevo?

¿No es más ameno ver las 6 entregas de Star Wars que ver la primera película 6 veces seguidas?

¿Por qué hemos convertido la publicidad en  "El día de la marmota" (la peli de Bill Murray donde cada día se repite sin cesar segundo a segundo el día anterior). 

¿Por qué no podemos pensar en clave narrativa y desarrollar estrategias de comunicación consistentes pero evolutivas, semejantes a entregas por capítulos? 

Transmedia
Me sorprende que una idea tan sencilla sea tan difícil de entender por la mayoría.  En el caso de las agencias, la mayor parte ni siquiera están dotadas de la estructura y el know-how para desarrollar comunicación de marca en un entorno transmedia.  En el caso de los anunciantes, entiendo que sea difícil aventurarse por un camino diferente al que te enseñó la Universidad, quizá el Máster del Instituto de Empresa, tu antecesor en el puesto y tu jefe.

O quizá estés pensando que tu marca es demasiado gris como para generar una narrativa propia.  Pues no.  Si una empresa de batidoras como Blendtec (sí, batidoras caseras) ha logrado multiplicar sus ventas por 4 gracias a una estrategia de contenido "humorístico" con la serie "Will it blend?", tú también puedes.

Ya está

Te dije que sería simple.   En este azaroso viaje de la comunicación de marca, tan pesado por toda la palabrería, el oportunismo y la resistencia al cambio que padecemos, no necesitas más carga en tus alforjas que estas 3 cosas:  un ADN de marca, una estrategia CRM y un enfoque de comunicación narrativa.

Buen viaje.

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Agencia vetusta vs agencia moderna: ¿en qué lado estás?

Tanto si trabajas en una agencia como en un anunciante, coincidirás conmigo en que la profesión publicitaria está viviendo su punto de inflexión más acentuado en los más de cien años de historia que acumula.  Es un tema que intenté abordar en "Big brother is dead" y al que no tengo más remedio que volver: es el plan nuestro de cada día.

Los foros sectoriales, los medios especializados on y off line y las asociaciones se mantienen ocupados debatiendo sobre:

La realidad es que tanto uno como otro debate son completamente irrelevantes.  El futuro de la publicidad no pasa por recuperar un formato basado en la repetición y la interrupción en un único canal.  Ni tampoco por pelearnos a cerca de si debemos invertir en banners o en páginas a color en revistas.

El único debate que deberíamos avivar es cómo convertir a la publicidad en algo que el consumidor sí desee ver.  Sólo así los anunciantes lograrán alcanzar sus objetivos de notoriedad, likeability y conversión.

Sin embargo, es más que probable que si trabajas EN una agencia, o si trabajas CON una o varias agencias, encuentres que el modelo por el que se rigen se parece a este:

El enfoque de ayer

Ayer

  1. Investigar al consumidor para tratar de encontrar insights susceptibles de ser utilizados en la comunicación.
  2. Encapsular esos insights en formatos publicitarios de pequeña extensión, de tal manera que puedan ser repetidos de forma continuada.  Los anuncios deben ofrecer al consumidor una "solución" para ese "insight" que hemos descubierto.
  3. (Hasta los 90, cuando entran en juego las centrales de medios):  desarrollar un network de contacto con los medios y acumular suficiente masa crítica de campañas como para conseguir los mejores resultados de coste por impacto.

El enfoque de hoy (porque sin él, el mañana simplemente no existe)

Hoy

  1. La obsesión con la captación de insights de consumidor pierde su sentido.  Ninguna agencia puede superar el conocimiento que atesora su cliente sobre el target.  En lugar de obsesionarnos con el consumidor y cómo atraer su atención por medio de un brillante fogonazo de creatividad, debemos comprender el ADN de la marca a la perfección para desarrollar un territorio apropiable para ella, a partir del cual se pueda crear y comunicar una historia relevante al target. 
  2. Cuando tenemos este territorio, todo es mucho más fácil.   Esto ya no va de producir cápsulas publicitarias de forma industrial, sino de desarrollar una historia a medida que emana de la marca y que va evolucionando y sorprendiendo al consumidor continuamente.  Para ello una agencia debe dominar el mundo de la comunicación en todas sus vertientes, siendo capaz de detectar y explotar las oportunidades que se presenten.  No es fácil que los fans vengan a nuestra web a buscar el contenido, por eso es importante ponerlo a su alcance.
  3. La relación del consumidor con la marca (engagement) ya no es consecuencia de alcanzarle con un anuncio, sino de involucrarle por medio de una historia relevante y consistente.  Esa historia debe ser siempre la misma: en nuestros eventos, en nuestras redes sociales, en la TV, en el punto de venta, en un e-mailing, etc.

Pienso en ello y me doy cuenta de que urge un triple cambio de mentalidad:

  • De artistas del eslógan, las agencias han de pasar a convertirse en "contadoras de historias".  Es lo que algunos llaman pedantemente storytelling (en este link tienes un ejemplo reciente de la marca Mini). Si emitimos mensajes estáticos y repetitivos, los consumidores mirarán para otro lado.  Si les entretenemos con un contenido cambiante y sorprendente, vendrán a por más.
  • Además, las agencias deberían desarrollar una mentalidad de "productoras".  El primer examen que una campaña debe aprobar es el del entretenimiento.  Es erróneo pensar que un anuncio de Fairy compite por la atención de los televidentes con un anuncio de Mistol.  O que uno de BMW lo hace con Mercedes.  Los anuncios compiten con los contenidos que sí deseamos ver (un partido de fútbol, un documental o una película), y naturalmente, pierden la batalla el 100% de las veces… ¿no es hora de que lo admitamos y busquemos una manera diferente de hacer las cosas?
  • De "buscadores del impacto" las agencias han de pasar a convertirse en "gestores de relaciones".   El GRP es una medida caduca, que no nos sirve para calibrar la eficacia de una campaña.  ¿Qué importa quién declare haber leído una revista o visto un programa de TV, si cuando es el anuncio lo que está ante sus ojos en lugar del contenido que han elegido ver, simplemente lo ignoran? 

¿Qué modelo sigue tu agencia?  ¿Hasta qué punto está preparada para reconciliarse con el consumidor?

Saludos a todos.