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desarrollo personal

¿Especializarse o abrirse a todo para encontrar trabajo?

Diferente Sé que muchos de los que seguís este blog sois estudiantes de marketing, empresariales o publicidad. 

En muchos casos os habeís decantado por estos estudios por pura vocación: por el atractivo de trabajar para los consumidores, investigar sus gustos, y desarrollar productos robustos que satisfagan sus necesidades.  Algunos por el (cada vez menor) glamour de la profesión publicitaria: el atractivo de esos anuncios que nos hacen reír o llorar, aunque ninguno sabemos si nos hacen comprar. 

La pregunta del millón de euros para los que estáis terminando ahora mismo, es cómo presentarme ante el mercado, cómo poner mi candidatura en "bonito" para ser convocado a entrevistas y, eventualmente, conseguir un primer empleo.

Antes que nada, deciros que probablemente sea la persona menos indicada del mundo para dar consejos en este campo: mi primer trabajo en marketing fueron unas prácticas en Londres.  Fui la última persona de mi curso en conseguir la práctica después de la sonrojante experiencia de pasar por más de 15 entrevistas en las cuales cogían mis compañeros pero no a mí.

Sin embargo ahora tengo más edad, y más morro, y he llegado a 5 conclusiones en el momento que he empezado yo a hacer las entrevistas en lugar de sufrirlas:

  1. POSICIONATE.  Muchos ni siquiera os habéis planteado un objetivo profesional.  Es lo que queréis hacer a futuro.  Tan sencillo como eso.  ¿Realmente no sabes lo que hacer?  Seguro que sí: ¿qué actividad te gusta tanto que estarías dispuesto a ejercerla sin cobrar? Pensadlo bien.  Escribidlo.  Y convertidlo en la primera línea de vuestro currículum: así quien lo lea sabrá exactamente cuáles son vuestras expectativas y en qué sois buenos.  Nada causa mejor impresión a quien busca personal que encontrar a alguien cuyas expectativas encajan como un guante con la naturaleza del puesto.  Entre otras cosas porque le ahorraréis a esta persona la tediosa labor de bucear entre doscientos currículums indiferenciados… 
  2. DIFERENCIATE.  Muchos de vosotros pensáis que hay que postularse a todo lo que salga, que poniendo como "objetivo profesional": estudiante de empresariales con gran curiosidad y ansias por aprender, podréis postularos para trabajos de marketing, recursos humanos, finanzas…  Pues no.  Funciona al revés.  Cuando yo busco un empleado, busco una persona pero también una "despreocupación": ese alguien a quien voy a fichar debe saber bastante más que yo en algún área concreta, de modo que pueda encargarse de ella de forma relativamente autónoma.  ¿De qué me sirve entonces un médico de cabecera que sabe un poco de todo sin aportarme un valor superior en nada?  Ese es precisamente mi rol, no necesito otro como yo.  Lo dicho: pensad qué queréis hacer, en qué sois buenos y encontraréis que os será más fácil conseguir entrevistas en ese campo concreto.  
  3. SÉ GENEROSO.  Algunos no os dais cuenta del grado de exigencia que debéis requerir a vuestro primer trabajo: ninguno.  De todo se aprende.  Aunque sólo sea del rigor y la adaptabilidad necesarias para formar parte de un equipo de trabajo.  Así que no me preguntéis si cogéis ese trabajo que os han ofrecido: naturalmente, aceptadlo.  Tenéis toda vuestra carrera por delante para que os llegue una oferta mejor: y si llega mientras trabajáis en otro sitio, vuestra posición de negociación será más fuerte.
  4. SÉ MUY GENEROSO. El dinero es secundario.  Sé que suena a chorrada con la que está cayendo.  Pero es verdad.  Vuestro primer objetivo ahora mismo debería ser comenzar a trabajar y hacer currículum…  y si además os pagan bien mucho mejor. 
  5. SÉ AVENTURERO… !!!  La ciudad donde trabajes también debe de ser un criterio secundario.  Debes estar dispuesto a hacer la maleta, a aprender un idioma, o mejor dos.  A separarte temporal (o permanentemente) de tu familia, o de tu novio/a.  ¿Qué estás buscando realmente?  ¿Trabajo o comodidad?

Saludos a todos y buena caza.

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otros libros

Mis 5 libros clave para aprender de Branding

Cada vez que imparto un curso de Branding tanto en el ámbito académico como a empresas, siempre hay alumnos que me piden referencias bibliográficas.

La respuesta no es fácil por dos razones:

  • En las librerías (ni siquiera en las especializadas), no vas a encontrar una sección de Branding por mucho que la busques.
  • Sí encontrarás una sección de Marketing, pero en este caso rebosante de textos que realmente no hablan de Marketing, sino de comunicación, de ventas, de desarrollo personal…  (Ya es triste trabajar en una profesión de la que todo el mundo habla sin tener ni idea de lo que significa).  Dentro de esta sección puede que encuentres algún libro sobre marcas pero lo más probable es que se trate de manuales de diseño gráfico e identidad corporativa, que te enseñarán a desarrollar un logo, a inventarte un nombre de marca o a crear su territorio visual.  Pero no a entender las tripas de una marca como lo que es: un conjunto de valores intangibles que anida en algún punto de la mente de tus consumidores.

Afortunadamente, rebuscando sí podemos encontrar al menos cinco libros muy buenos para ofrecernos luz en este tema:

Posicionamiento

Posicionamiento (Al Ries y Jack Trout): un libro clásico de principios de los 80.  Sus tesis (para conquistar el mercado primero hay que conquistar la mente de los consumidores) hoy nos parecen obviedades pero por entonces supusieron una revolución.  Muy fácil de leer aunque escaso de rigor como cualquier libro de estos dos autores.

 

 

Permission Permission Marketing (Seth Godin):  su primera y para mí todavía su mejor obra hasta la fecha.  Aunque es un libro de Marketing (satisfacción de necesidades de consumidores) y no de Branding (creación y  desarrollo de marcas), es el primero que se atrevió ¡en1999! a criticar sin ambages el modelo de interrupción utilizado por la publicidad de siempre.  Y el primero en abrirnos la puerta a un modo radicalmente diferente de hacer las cosas: el permiso previo, el diálogo y el engagement.  Es el Godin más inaccesible… lo cual no es mucho en el autor de marketing más divulgativo que se conoce.


Brand

 Brand (Wally Olins): el padre de la imagen corporativa concibe a las marcas como referentes culturales y es uno de los autores que más ha influído en convencerme de que la construcción de una marca puede tener muy poco que ver con la publicidad, y mucho con el producto y sobre todo con las personas (empleados y clientes).  Sentará fatal a los fundamentalistas de agencia.

 

 

Consumering Consumering (Javier Rovira): descubrí este libro en un evento de la editorial ESIC (con quien yo mismo he publicado un par de años después).  La primera parte sobre la no sostenibiidad de nuestro modelo económico es sesuda pero prescindible.  Lo que realmente me interesó fue su propuesta final sobre un nuevo tipo de marcas con "posicionamiento dinámico" e.d. construída por sus destinatarios los consumidores, no por los fabricantes y la importancia del marketing de comunidades en el futuro.

Lovemarks Lovemarks (Kevin Roberts): un texto inspirador escrito por el ex-director de marketing de Pepsi y actual CEO del grupo publicitario Saatchi & Saatchi.  Es esperanzador que un publicitario de renombre diga que "las marcas se han desinflado" porque no entienden al nuevo consumidor ni la necesidad de entablar relaciones perdurables con él.  Son esclavas de los manuales de marca y del conservadurismo.  Este libro me ayudó a entender que el mejor ejemplo para entender la naturaleza de la relación entre las marcas y las personas son las relaciones de pareja (entre personas y personas).   Del conocimiento surge la confianza, el acercamiento, la repetición del contacto y un día, la fidelidad.

Branding j velilla Y una pequeña joya, un sexto libro recién salido a las librerías que me ha sorprendido muy favorablemente: Branding, (Javier Velilla), blogger y experto en Branding, consigue en un formato pocket book de ciento y poco páginas exponer aspectos clave del branding.  Destaco su manera de explicar el carácter intangible de las marcas, su aspecto relacional y su importancia en la fidelización de los clientes, el rol de las personas en el proceso de desarrollo de la marca…  Todo ello contado con una lucidez envidiable.

 

Espero que la relación os resulte útil.  Sugerencias adicionales son bienvenidas.

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mis libros

Hablando sobre Big Brother… en «El Periodista Digital TV»

"Yo he venido aquí a hablar de mi libro…" (Paco Umbral)

 

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publicidad para olvidar

Un anuncio gigante que no dice nada.

Hoy al abrir el periódico me encuentro con este mega-encarte de Correos.

Encarte el pais
He sacado una foto para que comprobéis el tamaño del "panfleto" (desplegado) junto al diario. 

Tela.  Veo que en el año 2011 muchos siguen seriamente preocupados por la preservación de los árboles de este planeta.

Cuando a mediados de los 90 comencé a trabajar en publicidad en Leo Burnett, realizábamos cada año una amplia tirada de encartes para nuestro cliente Marlboro.  El formato encarte tenía la ventaja de permitir una óptima reproducción de color, además de que te permite segmentar geográficamente, cosa que no siempre puedes hacer cuando compras un espacio dentro del propio diario o revista. Escogíamos el paisaje más bonito del pool de fotos que nos llegaba de Leo Burnett Chicago y ofrecíamos a los fans de la marca un poster a todo color cuyo valor era precisament eso: un paisaje bonito que podías poner en la pared de tu habitación.  A pie de página rezaba en pequeño: come to Marlboro Country.

Repaso los textos de este encarte de Correos (escritos en ese tono autocomplaciente y predecible tan típico de los anuncios) y descubro que deben estar modificando su oferta de paquetería.  Que pasa a llamarse 360º.  Desde una rápida lectura (¿acaso alguien le dedica a la publicidad el mismo tiempo que a una buena novela?), no soy capaz de determinar si se trata de un servicio totalmente nuevo o si se limitan a darle un giro cosmético a algo que ya existía. 

Un encarte que:

  • No clarifica en qué es mejor el servico de mensajería de Correos que DHL, UPS, Seur… Si no tienes nada mejor que ofrecerme que tu competencia, ¿para qué te diriges a mí? 
  • No me ofrece valor de ningún tipo:  ¿veis ese mini-folleto desplegable a la derecha?  Sí, yo también pensaba que incluiría algún cupón descuento para probar el servicio por primera vez.  Pues no: lo que incluye es más información egocéntrica sobre la oferta de servicios de Correos.  Alguien debe pensar que lo voy a meter en mi cartera para llevarlo por el mundo conmigo.

Me parece preocupante que un anunciante llegue a imprimir cientos de miles de encartes como éste y a pagar por la inserción de cada uno de ellos en el diario de información general de mayor tirada en España.  ¿Acaso no habría mejores maneras de informarme a mí como consumidor de en qué son buenos y cómo me puedo beneficiar de ello?

El reto de Correos no se diferencia tanto del que afrontan otros servicios postales nacionales como el británico Royal Mail:  marcas envejecidas y arrolladas por la pujanza de couriers más tecnológicos, más eficientes, internacionales y más baratos.  Hablamos de un problema de marca, no de producto.

Y como a menudo digo en mis clases, un problema de marca es un problema de "falta de amor".  Los clientes de Correos (actuales pero sobre todo potenciales) no perciben que sea la mejor alternativa en mensajería para ellos.  No creen que la marca Correos sea su "perfect match".

Si yo soy una marca y quiero que me quieras, no puedo hacer otra cosa que ofrecerte todo el valor que pueda y cruzar los dedos hasta que decidas acercarte a mí.  Ofrecerte información comercial escrita en primera persona es justo lo contrario a ofrecerte valor.

En la portada del encarte titulan:  "reinventamos la fórmula".  Yo les preguntaría cuál es esa fórmula que quieren reinventar, en qué la están reinventando y qué me van a ofrecer como estímulo para que deje de lado a mi proveedor habitual siquiera por una vez (parece una tontería pero es un movimiento hercúleo), y decida probarles a ellos.

Hasta que no me den las respuestas, me quedo con mi servicio de mensajería de siempre.

Saludos a todos.

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publicidad para olvidar

LA CAMPAÑA DE AUTOCONTROL: ¡VIVA LA IRRELEVANCIA!

Hace unos días que esta campaña que ya conocemos de temporadas anteriores pulula por las pantallas de nuestras teles.

 

Autocontrol es la asociación para la autoregulación de la comunicación comercial.  Se trata de una asociación sin ánimo de lucro fundada en 1995 (curioso, justo el año que empecé a trabajar en publicidad), que hace tres cosas:

  • Tramitar las reclamaciones presentadas por los consumidores, sus asociaciones y las empresas.  O sea, luchar para que se retiren las campañas que agreden a terceros.
  • Elaboración de códigos deontológicos y aplicación de estos.  O sea, me "autoregulo" para evitar hacer cosas por las que la Administración pueda tirarme de las orejas.
  • Alberga un servicio de consulta previa o Copy Advice, que asesora sobre la corrección ética y legal de las campañas antes de su emisión.  O sea, si tienes una agencia les puedes enviar tu anuncio antes de ponerlo en el aire, y te dirán si es legal/leal o no.

El público objetivo del anuncio son los consumidores que vemos los anuncios y entiendo que la intención, dulcificar nuestra visión sobre la publicidad.  Por eso me soprende que no encuentro en él ni una sola palabra que sirva para construir en esta dirección.  

Nos hablan de publicidad veraz, legal, honesta, leal (mucho sinónimo bla, bla, bla) pero no de publicidad útil, que es la primera y más importante cualidad que los consumidores exigen/exigimos a la publicidad hoy día.

En un contexto en el que las personas huímos de la mayor parte de la publicidad como de la peste, porque nos interrumpe, de lo que debemos hablar no es de honestidad.  La honestidad del mensaje emitido por una marca debería de ser como el valor en el ejército: se presupone.   El de la honestidad publicitaria es un debate irrelevante en una sociedad donde existen mecanismos administrativos suficientes para proteger los derechos del consumidor. 

De lo que nos interesa hablar si realmente queremos luchar por la supervivencia del sector, que depende no lo olvidemos del interés de las audiencias (si yo no recuerdo la publicidad, la marca que la firma no venderá sus productos y empezará a cuestionarse esa inversión) es de utilidad: ¿qué tipo de información comercial requieren los televidentes?, ¿cómo podemos presentar la publicidad en un contexto de "no interrupción"?, ¿cómo podemos conseguir que deseen verla en lugar de esquivarla?

La publicidad de Autocontrol es un calco del resto de publicidad que vemos en las teles a diario.  Habla en primera persona (sobre lo que yo creo que soy), no sobre lo que los clientes quieren, desean o esperan.  No incita la conversación con ellos ni pienso (esto es subjetivo, obviamente) que contribuya de forma determinante a vendernos la idea de que la publicidad es buena para nosotros.

¿Qué opináis?  Saludos.

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branded content publicidad para recordar

5 preguntas a los creadores del último spot de Movistar

Teniendo en cuenta el enfoque de repetición frenética que Movistar da a sus campañas, probablemente habéis visto/veréis este spot repetido a dolor en los próximos días.

 

Una campaña estratégicamente bien trazada y con una narrativa que funciona

Hay dos cosas que me gustan de esta campaña:

  • El formato, que Movistar ya viene utilizando desde hace un tiempo, consistente en combinar una historia de transfondo emocional con una oferta de valor concreta: el ahorro al hablar con un número escogido. 
  • El posicionamiento que parece perseguir la marca, condensado en su cierre "compartida, la vida es más", porque me parece que es veraz y que construye sobre la principal fortaleza de Movistar: es el operador de telefonía con más clientes en España (acapara más de un 40% de los 45 millones de líneas contratadas).  Al tener el parque más grande, deberían derivarse ventajas para sus clientes.  Dicho en términos 2.0, hablaríamos de la comunidad con más fans ¿fieles?

En esta pregunta retórica sobre la fidelidad reside el gran quebradero de cabeza de la marca.  Es notoria, es gigantesca, ha ganado en dinamismo, su propuesta de valor va mejorando en líneas generales.  Pero no consigue fidelizar a su base de clientes.

Si bien la estrategia parece acertada, la realidad es que Movistar arrastra una pesada losa: cada mes pierde cerca de 150.000 clientes y apenas consigue captar unos 90.000 clientes nuevos.  O sea, por mucho que su publicidad nos ponga bizcochones, sufre una pérdida neta de más de 50.000 clientes todos los meses.  Esto no me lo invento yo, sino que lo podéis chequear en las estadísticas oficiales del Comisionado para el Mercado de las Telecomunicaciones. En el siguiente gráfico lo podéis ver: la curva de clientes perdidos se separa cada vez más de la de clientes ganados.  A este ritmo, Movistar perdería casi un 4% de su base de clientes cada año.

Esto es, diluiría por completo en unos años su gran fortaleza que es, como decíamos, disfrutar de la base más amplia de clientes.

Movistar

 

Cómo taponar la fuga de clientes

Esta es la paradoja de la marca: cuenta con una campaña intachable que sin embargo no consigue tapar esta preocupante herida.  Tiene la necesidad urgente de taponar el agujero por el que se escapan los clientes: la pérdida de esas 50.000 líneas al mes obliga a la marca al hercúleo esfuerzo de recuperarlas con 50.000 clientes nuevos.  Para ello libra una batalla campal publicitaria de más que dudosa eficacia.

Si la estrategia me parece acertada, yo no sugeriría a los gestores de la marca a que la cambien pero sí me gustaría conocer sus respuestas a las siguientes preguntas:

  1. Si el problema está al final del embudo, ¿por qué no transfieren MUCHOS MAS recursos de la publicidad al CRM?  ¿Por qué los clientes seguimos teniendo la sensación de que las mejores ofertas siempre son para los no clientes?
  2. ¿Cómo se puede incrementar la oferta de valor?  ¿Es suficiente con ofrecer un pequeño descuento de precio en mis campañas o debería realizar una oferta revolucionaria dirigida a fidelizar clientes existentes?  Ejemplo: Orange lleva meses ofreciendo descuentos de un 25% en las facturas de sus clientes a cambio de compromisos de permanencia.  Mejor perder un poco de rentabilidad que perder al cliente por completo.
  3. ¿Cómo explotar las enormes inversiones en patrocinio de Movistar incrementando el engagement de los clientes?  Tratando a los clientes como fans, no como clientes: invitándoles a conciertos, a grandes premios, a otros eventos deportivos y culturales…
  4. ¿Cómo pueden aprovechar las enormes posibilidades del medio digital?  Una marca con 20 millones de clientes apenas tiene 75.000 seguidores en Facebook (y sin embargo el contenido que tienen dentro de la red es bueno, habrá que amplificar su alcance, digo yo…)
  5. ¿Cómo introducir entretenimiento en las comunicaciones de la marca?  Ya sabéis lo que opino sobre esto: si las audiencias dan la espalda a la publicidad pero consumen sin pestañear el contenido que les interesa, la solución es convertir la publicidad en contenido que les interesa.

Obviamente no pretendemos ser gurús y solucionar el entuero en dos minutos (imagino que Movistar cuenta con profesionales preparados que trabajan en ello muchas horas al día) pero, ¿por dónde empezaríais vosotros?

Saludos.

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mis libros

1 de Enero de 2.020… [Epílogo de BIG BROTHER IS DEAD]

1 ENERO 2020

1 de enero de 2.020.  Suena el despertador.

Aún resacoso por la fiesta de Nochevieja, me pongo en pie y enciendo mi tablet de seis pulgadas.  Tecleo mi contraseña y Facebook, que se abre automáticamente, me muestra que tengo varios mensajes en mi bandeja de entrada. 

Primero un correo de un amigo que me envía links a unas fotos de su fiesta de anoche.   Una de las personas me suena pero no sé de qué, hago click en su rostro y accedo a su perfil en Google.  Como es año nuevo y hay que ser sociable, le dejo una invitación para contactarme en el futuro.

Luego, mientras me preparo un café, veo en la pantalla LCD de la pared de la cocina un tráiler 3D del último estreno de Tom Cruise, que a sus sesenta años sigue en plena forma.  Me atrae mucho la película y al terminar el trailer hago click con el mando a distancia en un link de compra de entradas con cargo a mi cuenta de teléfono.  Selecciono el cine, la sala y la hora y quedan reservadas para esta tarde.

Conecto los altavoces wifi del cuarto de baño para escuchar la radio mientras me afeito.  Alka Seltzer patrocina un debate con especialistas sobre los excesos de la Nochevieja con la comida y el alcohol.  Al final un portavoz de la marca da unos consejos prácticos para superar la resaca y ofrece un link a su web donde puede solicitarse una muestra gratuita del producto.

Cojo el Metro para irme a comer con la familia.  Como no suelo utilizar nunca el Metro, no tengo abono, pero paso la pantalla de mi tablet por el torno de la entrada y automáticamente puedo entrar: el coste de un billete se carga a mi cuenta de PayPal. 

Mientras espero en el andén, escucho a The Killers en Spotify: su octavo disco ha disipado las últimas dudas existentes de que son los Beatles de este siglo.  Desde hace años todas las instalaciones del Metro tienen perfecta cobertura para utilizar el móvil en el subsuelo y gracias a los altavoces inalámbricos, la señal que recibo del tablet es perfecta. 

Una valla holográfica e interactiva en el andén me llama la atención.  Se trata de una Escuela de Idiomas que me ofrece de forma gratuita un traductor digital inglés/español.  Interesante.  Conecto mi dispositivo bluetooth y a los pocos segundos ya tengo la aplicación.

Durante el viaje, aunque son pocas estaciones, me canso de los Killers y me meto en la página de Eurosport para seguir en directo el concurso de saltos de trampolín.  Al final tanto salto me marea, apago el tablet, pliego los auriculares y los guardo también.

Entro en casa de mis padres donde encuentro más jolgorio de lo que mi dolor de cabeza puede soportar, pero sonrío y reparto besos y abrazos.  Me siento delante de la tele mientras papá asiste entusiasmado al concierto de año nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena.  Le veo tan interesado que cuando deja la habitación un momento, hago click en con el mando a distancia en un hipervínculo de la pantalla y hago un pedido de un DVD/documental del concierto con contenidos extra.  Lo cargo a mi móvil y cuando vuelve a entrar en el salón me hago el sueco: papá lo recibirá bien empaquetado la víspera de Reyes.

Después de comer me despido porque se me echa encima la hora del cine.   Retiro las entradas de un cajero con el código almacenado en el tablet.  Mientras esperamos para entrar, mi operador de telefonía, que acaba de enterarse que estoy en el cine, me envía como regalo de año nuevo, un código válido para unas palomitas gratis.  Me apresuro a recogerlas antes de que la peli empiece.

La película ha estado bien.  Más de lo de siempre, pero entretenida.  Me guardo mis gafas 3D y salimos a la calle.

De regreso a casa en taxi, curioseo en el tablet el Canal Cocina para ver si me inspiran con la cena.  Emiten un publireportaje personalizado a mi perfil de cliente en el que me ofrecen un juego interactivo de cómo aprender a cocinar.   Parece divertido, así que me descargo una demo que veré más tarde.

Mientras la demo se descarga ojeo LinkedIn en otra ventana.   Veo que he recibido varias felicitaciones de año nuevo y una invitación de mi banco para unirme a una Comunidad de Profesionales del Marketing.  Suena interesante: conferencias, viajes, contactos, así que me doy de alta.

Bostezo.  Ahora mismo doy gracias de que hoy sea una noche más tranquila.

Me meto en la cama y apago la luz.

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branded content

Matar el término publicidad. Para dotarlo de un nuevo significado.

La nueva publicidad = entretenimiento

En las últimas semanas veo que el branded content (un nuevo enfoque publicitario consistente en inyectar entretenimiento en la información de marca de modo que el consumidor quiera verla en lugar de esquivarla) se va convirtiendo en una tribu cada vez más popular dentro de un sector nervioso pero esperanzado en salir con fuerza de la crisis.

Entre otros proyectos ahora mismo ando en:

  • Mi empresa Pop up, acaba de cerrar un interesantísimo acuerdo con Meetic, la web de dating, para el apoyo en comunicación on line de nuestro grupo Estereotypo.  La banda se verá beneficiada por el tráfico generado desde el portal (6 millones de usuarios) y colaborará aportando a la marca su versión del clásico Love me Do de The Beatles, que se está convirtiendo en el tema más escuchado de Facebook en los últimos días.
  • En Pop up tenemos otros dos frentes abiertos con dos marcas de gran alcance de los que espero hablaros próximamente.  Se trata de dos marcas igualmente deseosas de complementar su esfuerzo publicitario tradicional con acciones que ofrezcan un valor real a los clientes:  que les acerquen a sus artistas / canciones / eventos musicales preferidos.
  • Aftershare.tv, una de las agencias más dinámicas en este campo, me ha pedido que participe como ponente y blogger en Festval, la III edición del Festival de Radio y TV de Vitoria.  Prueba de que muchos profesionales están reflexionando sobre la necesaria convergencia entre las industrias de los contenidos y publicitaria: una de las grandes claves de la supervivencia futura de agencias, productoras y medios.  Os tendré informados sobre este evento más adelante (es en Septiembre).
  • Voy consiguiendo que mi tesis doctoral (sí, también sobre un aspecto de branded content 😉 arranque.  Hoy he conocido (de momento telefónicamente) a José Martí Parreño, un profesor de la Universidad de Valencia y autor del interesante libro Funny Marketing, un libro ameno y accesible, repleto de ejemplos prácticos sobre este nuevo enfoque publicitario al que estamos (estáis) dando forma todavía.

Es obvio que los anunciantes no son tontos, saben que deben ser más exigentes (y al mismo tiempo arriesgados) con el destino de sus euros publicitarios y nos invitan a acercarles al contenido para poner disponer de él en sus campañas.

Que la tribu engorde es una buena noticia para todos los que creemos en el Marketing y en las marcas.

Matar el término publicidad.  Para dotarle de un nuevo significado.

Lo que menos me gusta del branded content es el nombre. Los que seguís este blog sois especialistas/estudiantes de marketing y/o publicidad o cuando menos estáis interesados en estos campos.  Coincidiréis conmigo en que difícilmente se puede explicar lo que es branded content en menos de 2 ó 3 líneas.   A mí al menos me cuesta resumirlo más en mis presentaciones.

Tv Esta neo-publicidad es un ejercicio de brutal honestidad de cara a los anunciantes: intentamos proponerles acciones estratégicas donde tienen la oportunidad de encontrar y capitalizar un territorio propio para sus marcas, ofrecer valor a sus clientes y desarrollar su relación con éstos de forma equilibrada, sostenible y no intrusiva.

Pero, sinceramente, nos queda mucho por hacer. Hasta que no consigamos explicarlo en una sóla línea, no nos habremos acercado ni siquiera a nuestro cometido:

  • convencer a las marcas de que la única publicidad posible es aquella que los consumidores quieren ver,
  • convencer al consumidor de que regrese, porque ya no queremos interrumpirle sino ofrecerle contenido útil,
  • convencer a las agencias de publicidad de que dejen de ser albañiles de anuncios para convertirse en especialistas en consumidores, en su lenguaje y sus necesidades de contenido.

Como he oído decir a Risto Mejide, nuestro reto es equiparar Branded Content con el término publicidad.  Para lo cual hay que derribar antes la creencia de que la única publicidad posible son los cansinos y predecibles spots de 30 segundos que vemos cada noche en la tele.  Esos que intentamos evitar a toda costa.

El día que branded content y publicidad sean sinónimos, podremos cargarnos "branded content" y afirmar que nuestra publicidad es útil porque los clientes desean verla.

No esquivarla.

Saludos a todos.

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En Gestiona Radio, explicando de qué va «Big brother is dead»

El pasado jueves estuve un rato en Gestiona Radio hablando sobre "Big brother…".  Entrevista_gestiona_radio 3 jun 2011

Aquí tenéis el archivo de audio con la entrevista donde (intento) explicar:

  • Los antecedentes: el hastío del consumidor respecto a la publicidad y su huída, el consecuente desplome de la eficacia publicitaria (los anuncios no impactan porque los consumidores miran para otro lado), el mosqueo de los anunciantes y la pesadilla de las agencias de publicidad, que no viven de otra cosa que no sea producir anuncios.  El "planeta publicidad" donde todo el mundo está cabreado.
  • El interés del oligopolio empresarial-publicitario-mediático al que yo llamo Big Brother por no airear mucho el problema.  El polvo debajo de la alfombra: mejor despilfarrar el dinero que quedarnos sin poltrona.
  • La ruta más probable de futuro para la comunicación equilibrada de marcas y consumidores (que es lo mismo que decir para la supervivencia del sector publicitario): la publicidad en clave de entretenimiento (¿lograremos algún día llamarle simplemente publicidad en lugar de branded content o etiquetas parecidas y que todo el mundo nos entienda?).

Jingle de Gran Hermano como introducción.  Habría preferido hablar del auténtico Big Brother, el de  George Orwell en 1984 (el poder dictatorial que, como la publicidad basada en la repetición y la interrupción, pretende imponer al pueblo lo que debe pensar, desear y comprar). 

Pero Orwell me temo que está relegado al olvido por la omnipresencia del reality.  Lástima.

Un saludo a todos.

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¿Seguimos quejándonos o nos ponemos a emprender?

Me ha gustado mucho esta campaña firmada por The Hub (una incubadora de empresas privada de Madrid) a algunos de cuyos fundadores conocí hace meses en una charla para la organización de estudiantes AIESEC.

Conchita_galdon

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Me parece genial que una empresa privada como The Hub pueda lanzar desde un medio masivo una llamada a la acción como ésta a cerca de la creación de empresas.

¿Por qué nadie quiere ser empresario?

En Enero de 2005, cuando me faltaban pocos meses para crear mi primera empresa, que tres años después se derrumbaría (pero esa es otra historia de la que no me toca hablar hoy), le conté mi proyecto a mi buen amigo Jesús Encinar y me dijo algo que todavía hoy recuerdo y me sirve de acicate en momentos difíciles.  Jesús y yo estudiamos la misma carrera de Ciencias Empresariales Europeas, donde se supone que nos enseñaban justamente a eso, a ser empresarios.  Sin embargo, como decía  Jesús: "realmente sólo nos enseñaban a colgarnos una corbata y aprender a ser ejecutivos, a trabajar por cuenta ajena". 

O sea, que lo de ser empresario no se estudia.  No se enseña.  No se estimula a que los alumnos desarrollen su vocación empresarial.  Yo diría más: no es el modelo de éxito que se vende en las facultades de empresariales. Por eso nadie -o casi nadie- quiere ser empresario si en lugar de eso puede trabajar de 9 a 5, y ganar una nómina aceptable a fin de mes vaya como vaya la empresa que te paga.

Cambio de tercio: la cruda realidad del presente

Por mi relación directa con algunos alumnos míos de la Escuela Superior de Publicidad, donde tengo el gusto de impartir clases de Marketing desde hace años, me he sentido muy cerca de las movilizaciones en Sol, que luego se han extendido por el resto de España. 

Comprendo su frustración ante la falta de salidas profesionales, la imposibilidad de realizarse y labrarse un futuro a base de hacer lo mismo que muchos otros sí tenemos la suerte de hacer: currar. 

Hace un par de días recibí simultáneamente varios mails con un listado de reivindicaciones del movimiento.  Que me ha decepcionado profundamente.  Veo muchas alusiones a asuntos como la corrupción o los salarios de los altos funcionarios, pero ni media palabra sobre la principal medida que nos ayudaría a salir de esta crisis: el fomento de la actividad empresarial.

En los últimos 3 años en España han echado el cierre más de 200.000 PYMES (entre ellas mi primera empresa).  Su defunción ha creado desempleo, cuantiosas pérdidas personales y, en definitiva, la paralización del flujo circular de renta generado por su actividad.

¿A nadie se le ocurre que resulta vital crear otras 200.000 PYMES nuevas que taponen la herida?

¿Quién va a crear el empleo que echamos en falta?:

  • ¿Una administración hipertrofiada y llena de solapamientos e ineficacia?
  •  ¿Las grandes multinacionales como Inditex, el Santander o Iberdrola?

No entiendo la ceguera que puede hacer a alguien olvidar que sin la creación de nuevas empresas la recuperación no es posible.  Que las personas que realmente tienen que crear esos 5 millones de empleos que nos faltan no pertenecen a una élite de indeseables a los que haya que arrinconar, que no cuentan con grandes mansiones, ni fondos en paraísos fiscales, ni cajas fuertes con fajos de billetes de 500 en sus dormitorios. 

La mayoría solo cuentan con ideas, valentía y tolerancia al riesgo.

Nuestro futuro es el futuro del pequeño empresario

Me parece muy bien lanzar proclamas idealistascontra la corrupción política, pero nuestra tumba no son los trajes de Camps, al que habrá que procesar y prejubilar si es culpable, sino un país con un tejido empresarial débil y desequilibrado.

Animemos y apoyemos a los emprendedores o estamos muertos.

  • Las administraciones deberían cuidar mucho mejor a los empresarios (en especial los que empiezan) en lugar de asfixiarles con una fiscalidad que ahoga, una tardanza indecente en pagar y una carencia total de ayudas a la inversión.
  • Y todo aquel que emplea su tiempo y su generosidad en reclamar sus/nuestros derechos a pie de calle, no debería jamás pasar por alto los derechos del pequeño empresario.  Si lo defiende, indirectamente estará defendiendo el pan de todos sus empleados presentes y futuros.