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OVERPROMISING: por qué las promesas publicitarias pueden ser veneno puro para tu marca

Promesas, promesas, y más promesas  

Esto es lo que nos enseñaron a formular cuando aprendimos publicidad.  Tanto el diseño como el copy deberían responder a un mismo reto: el efectismo.  Se trataba de impactar al consumidor de la manera más rápida posible, atrayéndole con nuestros cantos de sirena.  Por aquel entonces se tomaba como un dogma que la publicidad era la única herramienta capaz de construir la  notoriedad de una marca, o de formar o cambiar percepciones sobre ella.  La estrategia de edulcorar al máximo nuestros anuncios era como una pócima mágica que servía tanto para captar nuevos clientes como para fidelizar a los clientes actuales.

En este gráfico podéis ver que frecuentemente, en el pasado el gap existente entre la promesa (ese USP monolítico que debíamos comunicar con machacona insistencia) y el valor real de la experiencia ofrecida por la marca, era gigantesco.  Poco importaba que la publicidad vendiese quimeras alejadas de lo que luego el producto (o a veces el punto de venta) iban a aportar en la realidad.  Porque vivíamos en un mundo analógico donde nuestras quejas solo podían ser escuchadas por un puñado de allegados.

BRAND VALUE BEP

La experiencia como examen de la promesa publicitaria   

Internet vino para revolucionar, como tantos otros ámbitos de nuestras vidas, el modo como nos relacionábamos con las marcas.  Las redes sociales han transformado al consumidor en un prosumer.  Un consumidor profesional.  En otras palabras, un cabroncete más informado y exigente que nunca y, por encima de todo, cada vez más inmune a las promesas de los anuncios.

Alguien que:

  1. Va a pedir a una marca que le demuestre palpablemente y a diario cualquier promesa lanzada desde sus anuncios.  
  2. Tendrá tolerancia cero a los gaps excesivamente grandes entre esas promesas y el valor real de la experiencia ofrecida por la marca (la experiencia de usar su producto, de visitar su punto de venta, de utilizar una App suya, de consumir sus contenidos, etc.)
  3. Rajará de forma inmisericorde en sus redes sociales (donde su alcance ya no es un puñado de amigos sino cientos de conocidos y millones de contactos potenciales) al menor agravio.

Este es el estado del Branding, nos guste o no a los que llevamos tiempo trabajando en esto: las marcas cada vez se construyen menos por la publicidad y lo hacen más por otros vectores como el producto, las personas y el entorno físico.

Brand Value Break Even

La única manera de empatizar hoy día con el público objetivo (con el fin de que éste nos prefiera frente a las cuatrocientasmil ofertas alternativas a su disposición) es no defraudarle e intentar entregarle al menos un valor equivalente a lo que le hemos prometido en nuestra comunicación.  Esto sería nuestro "Brand Value Break even point".

Al igual que en el break even financiero, el break even de valor de marca te permite comenzar a recuperar lo invertido en tu comunicación.  Porque si tu público se cree esa comunicación, la misma generará un ROI.  Si por el contrario tu mensaje defrauda o engaña, tendrás un ROI negativo.

Si queréis mi opinión, pienso que alcanzar este punto de equilibrio todavía es una quimera para la mayor parte de las marcas que puedas tener en mente.  Un estudio reciente de Havas nos muestra que a nadie le importan tres de cada cuatro marcas con las que convivimos.  Y pienso que alcanzar este punto es el principal reto a futuro para los que trabajamos en esto de comunicar/posicionar marcas.

Cuando hablamos de experiencias capaces de aportar valor al usuario, deberíamos considerar no sólo los eventos presenciales, sino cualquier tipo de experiencia digital (gaming como Reveal, este ejemplo clásico de L´Oreal, Apps como la de Galp Music, u otros contenidos con valor informativo o de entretenimiento).  Si el marketing de hoy y de mañana consiste en establecer y consolidar relaciones con nuestro target, y las relaciones en este mundo florecen cuando hacemos sentir especial al otro, debemos empeñarnos en conseguir exactamente esto en todo lo que hacemos: hacer sentir especial al receptor de mi experiencias, presenciales o digitales.  Entender muy bien lo que mi target necesita es la clave para poder ofrecérselo excediendo sus expectativas.  

Una pregunta para debate si queréis:  ¿qué marcas pensáis que han llegado ya a este Brand Value Break even  point o quizá para vosotros incluso lo han superado?

Saludos a todos.

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¿Por qué empresarios de aparente «bajo perfil» triunfan y yo no?

El emprendedor ¿ideal?

Internet está repleto de loas al emprendimiento.  Por todas partes veo decálogos de las cualidades mágicas que debe reunir quien pretenda dedicarse a ello.  Entre estas cualidades encontraréis: 

  • La motivación: en webs especializadas como Eureka start-ups o libros como "The Entrepreneur Equation" o "Menos Másters y más ideas" (del empresario hostelero Kike Sarasola; después de leerlo, creo que bastante mejor empresario que escritor), se glorifica el "querer hacer" muy por encima de la "capacidad para hacer".  Peligroso si el reto supera nuestras capacidades (cosa que a todos nos ha ocurrido en alguna ocasión).
  • El trabajo incansable.  Como he explicado otras veces en este blog, una de las grandes mentiras de la pseudo-literatura sobre emprendimiento es esta ecuación que comparto con vosotros.  Alcanzar importantes logros en tu proyecto depende de un cúmulo de variables tan importantes alrededor tuyo, que reducirlo a esta ecuación es pueril.

ESFUERZO   

          No es verdad, ni tu idea ni el esfuerzo que dediques a ejecutarla te van a garantizar el éxito. 

Potencial exito

  • Una sólida formación.  Discrepo: la contabilidad de costes, la matriz de la Boston Consulting Group o el critical path analysis no te van a ayudar mucho en tu carrera como emprendedor…
  • Un importante know how sobre el sector en el que vayamos a emprender. Discrepo: puedes rodearte de ese know how si tú careces de él, atrayendo buenos profesionales.
  • Capacidad de trabajo en equipo.  Importante.  Pero puede aprenderse a base de experiencia.
  • Liderazgo: esto sí me parece imprescindible.  Si bien no creo tanto en el liderazgo genético (la corriente más antigua de pensamiento en este campo) como en el liderazgo situacional (la capacidad para apretar y soltar; para aplicar "carrot" o "stick", como dicen los ingleses) en función de lo que la situación requiera. Y también lo da la experiencia.
  • Capacidad de planificar planes y estrategias: hace unos años me entrevistó el presidente de Grey antes de contratarme como Director de Servicios al Cliente en Madrid.  Me preguntó insistentemente si yo tenía un perfil más "planner" o más bien "creativo".  Nunca he pensado que estos dos perfiles tengan que estar enfrentados.  Porque en el fondo se encuentran: en un contexto en continuo cambio tiene poco sentido que los planes se conviertan en un fin en sí mismo.  En un mercado comoditizado la obsesión con "lo nuevo y diferente" tampoco tiene sentido.  Al final, creo que todo se resume en ser un buen observador de lo que tienes alrededor, porque lo que tienes alrededor (clientes y competidores) ya te muestra el camino.
  • Valores humanos como la honestidad y la generosidad.  A mí me parecen condiciones indispensables para merecer el cariño de los tuyos y dormir por las noches, pero dudo que merezcan entrar en este listado.  Echad un vistazo a cualquier periódico a diario y veréis decenas de empresarios que se han forrado saltándose esta regla.
  • Edad: entre 35 y 45 años.  ¿Alguien se cree esto? Una cosa es que a esta edad sintamos la "última" llamada a volar libremente (en el sentido profesional) y otra cosa es que no conozcamos empresarios mucho más jóvenes, incluso adolescentes, a quienes les ha ido de cine.  En TEDxGijón donde acudí para hablar sobre el futuro de la música, tuve la ocasión de conocer a uno de ellos, Luis Iván Cuende, que empezó a los 12 años.  

Simplificando

Si os fijáis en toda esta ristra de características, veréis que podemos agruparlas fácilmente en 4 para interpretarlas mejor:

  1. Motivacionales: en mi opinión están MUY sobrevalorados. Esto es como el ejército:  el valor (y la motivación) se presuponen. Estaría bueno que emprender un nuevo camino donde te conviertes en un pionero en tierra inhóspita no requiriese determinación.
  2. Conocimientos: igualmente sobrevalorados. Lo que hayas aprendido en los libros puede que facilite tu adaptación a tu rol de emprendedor, pero no es un salvoconducto.  
  3. Habilidades (como el trabajo en equipo o el liderazgo): son cosas a desarrollar por el camino.
  4. Caracterísiticas sociodemográficas: irrelevante.

Entonces, ¿qué nos queda?, ¿qué distingue al "buen" del "mal" emprendedor?

El 90% de los negocios fracasa dentro de sus 5 primeros años de existencia.  9 de cada 10 empresarios se llevan un chasco considerable, entierran sus ilusiones, pierden dinero… ¿realmente pensáis que todo ese volumen de profesionales carecen de los requisitos expuestos?

Yo creo que no.  Creo que entre los rescoldos de todas esas empresas fallidas encontraríamos gente brillante y capaz.  Y supongo que coincides conmigo en que a nuestro alrededor también existen ejemplos de empresarios que apenas cumplirían uno o dos de los requisitos.  Y cualquier análisis "de manual" les situaría en el ostracismo de los empresarios de "bajo perfil"…

El pasado año leí un libro muy interesante llamado "Why smarts executive fail"?, que es el resultado de una investigación realizada en 50 empresas norteamericanas durante 6 años, intentando identificar las causas más comunes de los fracasos empresariales.  Sus conclusiones apuntan que de un modo u otro, los fracasos tienen que ver con el ego y la incapacidad para adaptarse a las circunstancias cambiantes. 

Y llevo días pensando que la conclusión de esta investigación (dada la vuelta) puede servirnos para explicar por qué empresarios de teórico "perfil bajo" triunfan.  Porque dominan su ego y son capaces de adaptarse a las circunstancias cambiantes.  Reconocen cuando se han equivocado y se apoyan en otras personas (sin por ello sentir que ya no lideran) para darle la vuelta a la situación.

Piensa en esa persona que quizá ya os había venido a la mente.  ¿No es un todoterreno capaz de detectar un problema, escuchar a las partes implicadas, encontrar una nueva vía de acción y tomar inmediatamente ese nuevo rumbo?  Pues esta es para mí la condición principal que debe tener un empresario en tiempos de incertidumbre:

GESTION SOSTENIBLE

Mi conclusión

Fijaos si estas cualidades son o no INDISPENSABLES hoy día:

  • Mientras estas personas se tragan su orgullo, admiten que estaban equivocadas (o que simplemente las reglas del juego han cambiado) y son capaces de enterrar a sus "niños bonitos" para apostar por nuevas ideas de negocio que consiguen llevar a buen puerto, los demás manoseamos hojas de Excel y Business Plans que no nos conducen a ningún sitio.
  • Mientras ellos escuchan (cara a cara) a sus clientes, sabiendo que éstos tienen la razón, nosotros nos refugiamos en un cliente imaginario que está en nuestro Power Point, un retrato robot que sólo es el resultado de estudios donde los verdaderos matices de la relación con los clientes no asoman por ningún lado.  

¿Quién tiene realmente "perfil bajo"? ¿Ellos o los que tenemos un Máster o un Doctorado y 15 años de experiencia multinacional?

Saludos a todos.

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VIEJA Y NUEVA PUBLICIDAD: ENTENDER LA DIFERENCIA CON 2 IMAGENES

En publicidad tendemos a complicar innecesariamente las cosas.  Vivimos tiempos tormentosos donde:

  • La inversión en anuncios ha decrecido tanto como en ladrillo en los últimos años.
  • Los consumidores no se enteran de lo que queremos contarles porque nos dedicamos a interrumpirles, con lo cual su predisposición natural es zapearnos y mirar para otro lado.
  • "Publicidad", que debería ser un término neutro (la RAE lo define como "extender la noticia de las cosas o de los hechos" e.d. simplemente "comunicar"… ¿hay algo malo en eso?), se ha convertido en algo peyorativo, sinónimo de "propaganda" ("acción o efecto de dar a conocer algo con el fin de atraer adeptos o compradores").

Y en lugar de revisar lo que estábamos haciendo mal y subrayar con claridad los deberes que conviene hacer para retomar el rumbo adecuado, nos enzarzamos en disputas:

  • Innecesarias:  ¿on u off? ¿Alguien piensa todavía que Internet es un medio? ¿No será más bien un habitat, el único habitat donde TODO el contenido, y por tanto toda actividad de comunicación, tiende a residir…?
  • Obsoletas:  ¿BTL o ATL? ¿Nos hemos dado cuenta de que estamos en el siglo XXI, que establecer contacto con un consumidor es ORO PURO, que el medio no es el mensaje, que lo que contamos y no dónde lo contamos vuelve a tener la máxima trascendencia? (esto no lo sostengo sólo yo: la idea es de Kevin Roberts de Saatchi, autor del conocido libro "Lovemarks").
  • Irrelevantes: ¿branded content?, ¿advertainment?, ¿native advertising?, ¿inbound marketing? ¿Qué mas da? Si tenemos la más remota idea de lo que el consumidor quiere, ¿por qué no invertirmos nuestro tiempo en desarrollar metodologías eficaces para ofrecérselo en lugar de sostener debates intrascendentes?

Lo que el consumidor quiere

Personalmente hace años que tengo bien claro lo que el consumidor quiere.  

Fundamentalmente dos cosas:  que no le tomemos  el pelo y que no le hagamos perder el tiempo.

Quiere que lo que le contemos en nuestra comunicación de marca sea útil.  Enséñame algo que yo no sepa o bien ofréceme entretenimiento y me pensaré si quiero ser amiguito tuyo.  Interrúmpeme con mensajes comerciales repetitivos y predecidbles, y me alejaré antes de que te puedas dar cuenta.

Imagen 1: la única publicidad sostenible

Hace unos días, volviendo de Levante con mi familia, paramos en un pueblo de la provincia de Albacete a comer.  En la entrada del bar estaba colgado este cartel de Agrohumus, un fabricante local de fertilizantes (pequeño tirón de orejas por comunicar al pie del cartel una web que está en construcción:  oportunidad perdida si vuestro target, interesado al leer el cartel, busca más información sobre vosotros).

Más allá de eso, lo que comunican es la celebración de una charla informativa sobre cómo recuperar un terreno dañado: algo que imagino 100% útil para quien trabaja la tierra.  Para asegurar el éxito de la convocatoria no la organizan solos, sino de la mano de una de las cooperativas agrarias locales.  Una charla que además se convierte en un evento de networking con los agricultores.

Agrohumus.es

Permitidme que os diga con toda claridad que esta actividad (directa, sencilla, sincera, integrada en su entorno, útil al target) debería hacernos sonrojar a todos los que trabajamos en publicidad.  

Imagen 2: la vieja publicidad

Ejemplos como éste nos demuestran con toda lucidez lo fácil que puede ser acercarnos al usuario como facilitadores en lugar de interrumpirle como propagandistas (que es en lo que realmente nos hemos convertido).

Y a pesar de eso, abotargados en nuestra propia soberbia:

  • nos preocupa más lucirnos con titulares ocurrentes que demostrar a nuestros clientes que de veras nos interesan,
  • nos preocupa más llamar la atención fugazmente que resultar creíbles a quien nos ve.

Esto es, en definitiva, lo que seguimos haciendo (foto tomada dos horas más tarde que la de Agrohumus, en la entrada de mi casa): 

Cerrajeros

De vuelta al trabajo tras unos días de descanso, pienso en la paradoja de haber encontrado una comunicación más amable al usuario, indudablemente más eficaz al anunciante (y en definitiva más moderna y sostenible!) en una zona rural de Castilla la Mancha.

Mientras el 99% de la publicidad que veo a diario en una gran ciudad como Madrid denota un absoluto desinterés por el consumidor, por su privacidad y por su tiempo.  Siendo el consumidor el único de quien al final depende que el sistema funcione si se interesa en lo que le contamos, empatiza con nosotros y en algún momento adquiere el producto o servicio publicitado.  

Y denota un desinterés todavía mayor por las marcas que pagan las facturas consiguiendo muy poco a cambio.

Saludos a todos.

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Marketing = CREAR y no vender. Del vendedor de crecepelo al Estratega.

El vendedor de crecepelo

Tengo un problema serio con la deformación del término Marketing, asociado por los no especialistas (habitualmente gente de las redes sociales) con una de estas dos cosas:

  • La publicidad:  Marketing se identifica con todo aquello que implica comunicar aquello que la marca pretende comercializar.  Se trata de que el target conozca que el producto exista.  Por tanto, Marketing es vociferar a diestro y siniestro lo que el consumidor se pierde si no compra nuestro magnífico producto.
  • La promoción:   Marketing equivale a incentivar de algún modo el deseo de compra, fomentarlo con distintas acciones no comunicacionales (descuentos, mayor cantidad de producto, premios directos, sorteos, programas de puntos, etc).  En definitiva, bajo esta óptica Marketing es todo aquello que nos sirve para vender el producto que aguarda pacientemente en el lineal a que el consumidor lo agarre.

¿Qué queréis que os diga? A mí esta visión del Marketing me recuerda más al trabajo de los vendedores de crecepelo que habréis visto en las pelis del oeste.  Vender coercitivamente lo que el consumidor probablemente no necesita. 

Vendedor

¿Qué es Marketing cuando tu producto se ha convertido en un commodity?

Hablar de Marketing sin haber leído a Kotler es como trabajar de médico sin haber visto a un paciente en la vida.  Y en su libro Los 10 pecados capitales del Marketing, Kotler apunta que Marketing no es vender.  No puedo estar más de acuerdo.  Veamos por qué.

Como hemos apuntado otras veces en este blog, tenemos la desgracia (o la fortuna, porque es más divertido) de vivir una época donde el trabajo de Marketing no puede ser más complicado. Nunca lo había sido tanto.  Porque nunca la demanda había estado tan contraída ni la oferta había sido tan copiosa.

Apuesto a que los que trabajáis (desde anunciante o agencia) para empresas de seguros, cerveceras, empresas textiles o de automoción, preferiríais no tener que llevar el Marketing de un producto commodity (como lo han sido tradicionalmente las materias primas, los alimentos más básicos, la gasolina…).  ¿Podéis imaginaros el quebradero de cabeza para conseguir diferenciarte de tu competencia en esos sectores?

Ahora observa la pinta que tienen los lineales en los hiper: con más de 30.000 referencias, el 85% de las cuales están profundamente indiferenciadas.

Oferta
Pues sí: las cosas han cambiado.  Fabriques lo que fabriques, probablemente ya hay algo más parecido en el mercado o si no (los ciclos de vida cada vez son más cortos) llegará pronto.

La economía se está comoditizando (una idea que también he compartido con vosotros en otras ocasiones).  Como apunta Porter, ser el mejor es imposible, ya que jamás podremos conquistar una posición de forma permanente, jamás podremos argumentar de forma arrogante en nuestros anuncios que somos los mejores.  Como solíamos hacer…

¿Qué nos queda? Aspirar a ser diferentes

Ser diferentes en este contexto…  Casi nada.  

Quien determina si somos diferentes  o no es el consumidor. Él/ella decide si aportamos un valor más allá de la competencia que justifica preferirnos, conducir más lejos (¿estáis pensando en ese supermercado con “siempre precios bajos”?) o incluso pagar un sobreprecio por nuestro producto (¿estáis pensando en esa marca de la manzana?).

La diferenciación no es una opción, es un mandatorio.  El consumidor NECESITA marcas que simplifiquen sus decisiones de compra frente a un maremágnum de oferta como el que acabamos de ver: es lo que a veces llamo “el dilema del paquete de macarrones”.

Marketing ES crear

Es evidente que no podemos crear/innovar de espaldas al consumidor: tenemos, no ya que preguntarle (quizá tú también estudiaste investigación de mercados hace años en la Universidad), sino involucrarle en el proceso productivo.  En este sentido me interesa mucho, no tanto la metodología (en mi opinión poco clara) sino los principios de Lean StartUp:  dejar que el consumidor te acompañe en el proceso productivo, indicándote a cada paso lo que has hecho mal (para rectificar) y bien (para potenciarlo).

Marketing no es promoción

Por su propia naturaleza táctica (no podemos subvencionar permanentemente la compra de un producto, e.d. no podemos tenerlo en promoción permanente o nos cargaremos al mismo tiempo su rentabilidad y su valor percibido), la promoción no puede ser tampoco el fundamento de la diferenciación de un producto.

Voy a decir una obviedad, pero que a veces olvidamos.  La promoción se inicia para atraer a los no-clientes hacia la marca, o aumentar el índice de recompra de los ya clientes.  Pero sólo tiene sentido si, al finalizar, hemos atraído a un número marginal de compradores que permanecen en la marca haciéndola más grande y rentable "fuera de promoción".

A largo plazo, el Marketing en ningún caso puede identificarse con la promoción.   La salud de una marca depende de sustentar el valor que ofrecemos en atributos que no tienen nada que ver con ofrecer un descuento o un regalo.

Despedida y cierre

Como en una ocasión escuché decir a Javier Rovira en la presentación de su libro Consumering, confundimos la estrategia con las herramientas que utilizams para ejecutarla.  Las promociones son las ramas.  Y la publicidad también.  Las ramas que a menudo no nos dejan ver el bosque: ese mercado infestado de oferta que requiere marcas nítidas, con beneficios claros, sinceros y contundentes.   Ese es el tipo de marca que queremos construir.

Y su construcción no arranca en la publicidad ni en la promoción.  Sino bastantes pasos más atrás: en la relación estrecha y constante con el consumidor.

Saludos a todos.

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La noche de los muertos vivientes (sobre los fundamentalistas del GRP)

Revolution TV

La semana pasada acudí a Revolution TV como integrante de una mesa redonda sobre el Branded Content.  Aclaro: acudí sin cobrar por mi intervención y con el solo objetivo de compartir mi experiencia sobre la publicidad en la que creo.  Una publicidad que no interrumpa, e.d. que resulte útil a su destinatario. Cuando digo que el único futuro posible para la publicidad es éste, no sufro alucinaciones fruto del consumo de drogas.  Comparto lo único que puedo compartir después de años reuniendo evidencias respecto a:

Dicho lo cual, hasta que no tenga evidencias de que el gremio de la TV evoluciona, es la última vez que participo en un evento de este tipo.  Agradezco a Jaime López Amor y a la organización la invitación, pero igualmente tengo derecho a escoger en qué invierto mi tiempo.  Y con quién me apetece compartir mis ideas.

La noche de los muertos vivientes

En la legendaria peli de George A. Romero, los muertos se levantaban de sus tumbas para cargarse a los vivos (los que querían seguir viviendo).  A mí me pasa igual que a los vivos: me siento tan implicado con esta profesión publicitaria en la que trabajo desde hace veinte años, que yo también quiero seguir viviendo.  Quiero, como muchos otros profesionales, encontrar un modelo publicitario sostenible.  Y la clave de la sostenibilidad es aprender del que manda (el que tiene el mando): el consumidor.

Nmv

Yo pensaba que los muertos vivientes del sector publicitario yacían sepultados para siempre en sus tumbas, aplastados por la evidencia:  en un entorno digital donde la audiencia decide qué quiere ver, cómo, cuándo y dónde quiere verlo, vivir a espaldas de ese consumidor conduce a una muerte segura.

Lo pensaba y sin embargo estaba equivocado.  Los muertos vivientes siguen ahí.  Siguen pensando que la fórmula "coberturas pírricas + repeticiones a saco", conduce al éxito.  Los reconocerás por los siguientes signos externos:

  1. Si servir al consumidor cuya atención necesitamos como el comer para justificar la eficacia de nuestras campañas choca con sus objetivos comerciales, verás que de pronto les interesa una m. ese consumidor.  Como decía Groucho Marx:  "¿no le parecen bien mis principios?; no se preocupe, tengo otros!".
  2. La virulencia con la que defienden que no hay que cambiar: si interrumpir siempre les ha funcionado, ¿por qué habrían de cambiarlo?  En otras palabras: no me toques el pastel, aunque ese pastel sea tóxico, porque te muerdo.
  3. Definirán a todo aquel que proponga un debate sobre innovación como sectáreo, talibán, etc.  Por mucho que decenas de profesionales se hagan eco de la evolución que el sector precisa (ver el novedoso pero ya potente Innovación Audivisual), por mucho que salgamos de la ofi a debatir nuestras ideas, por mucho que intentemos colaborar con todos los agentes del sector (personalmente tengo valiosos colaboradores y hasta amigos en agencias de medios y en los propios medios) el contubernio de los muertos vivientes rechazará a todo cuerpo extraño que pretenda cuestionar el statu quo.

La publicidad en TV, un sector boyante (que te cagas…)

Según varios de los asistentes a la jornada, la publicidad en TV va como un tiro.  Cosa que me alegraría si fuese cierta.  ¿Cómo no alegrarme de que le vaya bien a la publicidad que me ha dado de comer durante toda mi carrera?  Lamentablemente, la situación es bien distinta (ver Infoadex, último dato anual publicado):

Infoadex_Inversiones_2013

En los últimos 5 años la publicidad convencional ha perdido un 41% de su facturación en nuestro país.  La publicidad en TV, ha caído un 45%.  Es decir, en solo cinco años se ha reducido a la mitad.  ¿Conocéis otro sector que en este tiempo se haya pegado una castaña comparable?  Sí, la construcción.

A pesar de eso, varios asistentes apuntaron que la situación es boyante porque porcentualmente la publicidad en TV tiene hoy más peso que el resto de medios.  Que el declive en términos absolutos se explica por la crisis (sí, de un modo u otro la culpa siempre la acaba teniendo la crisis) y no por la obsolescencia de un modelo que pretende imponer al usuario (¡en la era de la autoprogramación!) lo que éste no quiere ver.  ¿Qué pensaríais si un vendedor de pisos urbanos os dijese que su negocio va como un tiro porque el porcentaje de pisos vendidos con respecto a los de costa ha aumentado?

Como decía mi profesor de estadística "existen las mentiras, las mentiras estúpidas y luego están las estadísticas".

Es cierto que en el sector asoman ciertos brotes verdes, pero ni de lejos van a permitirnos recuperar esa mitad de la tarta que hemos perdido en tan sólo 5 años.  Según el TrendScore de la Asociación Española de Anunciantes, presentado hoy mismo, las expectativas son que este año el mercado publicitario crecerá un 2%.  ¿Sabéis en qué año alcanzaríamos la inversión de 2008 creciendo a ese ritmo anual?  En 2039.   La realidad es que nunca vamos a recuperar los niveles de antaño por la sencilla razón de que el mercado publicitario (igual que el del ladrillo), vivía anclado en una burbuja gigantesca. Que jamás volverá.

Dicho lo cual, nunca me habréis oído apuntar en este blog que el GRP esté muerto.  

Pero hay que tener la cara muy dura para defender su buena salud en un escenario tan negro como este.  Si nos interesa verdaderamente la publicidad, seamos valientes, seamos sinceros y veamos cómo podemos mejorarla.  Para conseguir que el consumidor sí la quiera en sus vidas en lugar de esquivarla.  Encontremos el rol que hay que pedirle al GRP (la construcción de notoriedad para nuevos productos, promociones, relanzamientos, etc.) y dejemos a la comunicación de valor (branded content o como queramos llamarla, el nombre es lo de menos) la tarea de entablar relaciones perdurables con el consumidor.

Al final, la sensación que uno se lleva a casa al salir de este tipo de eventos es que en los medios y en las agencias de medios conviven grandes profesionales (gente preparada, informada, inquieta e innovadora) con auténticos dinosaurios.  Sin más argumentos que sus creencias personales, arraigadas durante décadas de hacer exactamente lo mismo.  

Por respeto a la profesión en la que trabajamos, y por la responsabilidad de trabajar en su futuro que todos deberíamos sentir como propia si fuésemos medianamente serios, ruego retornen vds a sus tumbas.  Gracias.

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Mi crítica sobre «Tú y tus series» (el último Branded Content de Movistar)

Tú y tus series

Hace unos días descubrí en la home de El Pais esta publicidad de Movistar.  De haberse tratado de una oferta comercial de Movistar, la habría ignorado, pero el rostro de Fele Martínez, el inolvidable estudiante friki de publicidad en Tesis, me hace intuir que no estoy ante un anuncio y pincho en el banner.

Tu y tus series

Para descubrir que detrás hay un producto de Movistar denominado "Movistar series" con el que puedes tener acceso bajo demanda a series de estreno reciente por solo 7 euros al mes.  

[PARÉNTESIS:  Dicho sea de paso, me parece un producto cojonudo.  A ver si las majors cinematográficas se enteran de la película (nunca mejor dicho) y se miran en este espejo, o en el de Spotify, o en el éxito de Netfflix en Estados Unidos, coincidente con un boyante sector de exhibición en salas. Pero soy escéptico: frecuentemente las mentes proteccionistas reman en la dirección opuesta a la que conviene a todo negocio: darle al consumidor lo que el consumidor te pide (en este caso cine con calidad y con total comodidad, en tu casa).  Si tengo eso por 7 euros al mes, ¿para qué narices voy a piratear?]

El contenido protagonizado por Fele Martínez, tiene un protagonismo secundario en la web de Movistar.  Y resulta ser parte de una serie de tres cortos, escritos y dirigidos por Enrique Urbizu (No habrá paz para los malvados) que tratan sobre el boom de la adicción a las series.  

Persigo el contenido, que es lo que me interesa, y descubro un player integrado en la web de Movistar que embebe el siguiente vídeo de YouTube (es el primero de los cortos):

 

Mi checklist

Cuando intento aprender de un nueva acción como ésta, casi siempre me formulo las siguientes preguntas:

  1. ¿Es "branded"?: ¿el ADN de la marca se percibe de forma inequívoca en el contenido, pero sin interrumpirlo?  Está claro que si la marca no se puede detectar, ni se puede transmitir su esencia, nos podemos ahorrar la comunicación, porque no tendrá ningún influjo beneficioso sobre las percepciones de la audiencia.
  2. ¿Es "content"?:  ¿sus valores de entretenimiento (o bien informativos) son capaces de enganchar a la audiencia y dejarla con ganas de más?  Es decir, ¿quien lo ha hecho le ha dado valores de entretenimiento o es un "anuncio largo" (de los miles que pueblan YouTube) y nada más? 
  3. ¿Es estratégico? ¿es capaz de construir marca, tendiendo lazos de conversación con clientes actuales y potenciales? El Branded Content no es una herramienta ni una campaña (olvidemos los antiguos clichés de la publicidad), cada acción debe formar parte de un todo, que es comunicar la marca en un contexto de información/entretenimiento en lugar de intrusión.
  4. ¿Es fértil?, es decir, ¿la idea podría permitir la continuidad que a la marca le conviene para comunicar consistentemente su ADN? 

Y estas son mis respuestas (encantado como siempre de recibir las vuestras en los comentarios a este post o en mis redes sociales):

Checklist

 Creo que el contenido cumple todo lo que deberíamos esperar de él excepto la parte de sumarse a la construcción de la marca.  En lugar de eso pretende vender un producto.

Mi conclusión

Estamos ante un trabajo bien planteado y gestionado, liderado por varias de las empresas más capaces del sector.  Sobre SCPF hay poco que decir: liderados porToni Segarra, el creativo más admirado de este país y, al mismo tiempo, alguien con la lucidez y humildad como para luchar por un enfoque comunicacional (el branded content) radicalmente opuesto al de la publicidad tradicional que le ha encumbrado.  Solo por eso merece toda mi admiración.  Y en la producción les acompaña Tesauro, con un largo recorrido en filmaciones publicitarias.

Sin embargo, compruebo que la acción se queda en un nivel táctico, algo que me hace cuestionar su utilidad como branded content.  Porque un branded content, por definición, siempre debe plantearse como algo estratégico y de largo recorrido.  Lo cual no quiere decir (¡ojo!!!), que su carácter estratégico sea una excusa para conformarnos con que la gente pinche en «Like».   Ningún anunciante (al menos, ningún anunciante profesional) comprará los Likes o los RT´s como un KPI medianamente serio. 

Dicho lo cual, un contenido no es una promo.  No funciona igual que una promoción.  De modo que no puedes pedirle que catapulte una avalancha de clientes hasta el punto de venta.  Los contenidos trabajan en el plano emocional, en la empatía.  Lo cual no significa que no deban contribuir a generar ventas.  Por supuesto que sí:  si una comunicación publicitaria no contribuye de un modo u otro a vender, no vale.

Pero si para pedirle un ROI inmediato a un contenido intento introducir mensajes de producto en el mismo (y en el caso de Movistar series los veo más en la distribución del contenido -banners, web de Movistar…- que dentro del mismo) muy probablemente lo único que voy a conseguir es romper el halo de la historia que estoy contando y empeorar su eficacia.

Por puro sentido común, un enfoque de publicidad destinado a ofrecer un valor de entretenimiento en lugar de una ráfaga de mensajes comerciales a quemarropa, no puede estar circunscrito a transmitir un mensaje comercial.  En otras palabras, y aquí lo dejo por hoy, para que el Branded Content me ayuda a generar una corriente de goodwill beneficiosa para la marca, debo entender que lo importante es el contenido donde la marca está presente, no el producto que quiero vender.

Si el éxito de un contenido (cualquier contenido, aquí ya no hablo de "Branded") lo determina su audiencia, "Tú y tus series" parece tener todavía mucho trabajo por hacer, ya que su episodio principal (publicado hace más de un mes) apenas cuenta con 30 mil reproducciones.  Es difícil que una marca tan masiva como el líder español en telefonía pueda obtener resultados importantes si su alcance no se multiplica de forma inmediata.

Saludos a todos.

P.D. Me escribe el Gerente de Publicidad de Movistar para facilitarme unas cifras adicionales sobre el alcance del contenido:

– Además de las versiones de 5 minutos de las que os hablaba en el artículo, la acción consta de tres cortos en 60", que me dicen que son lo que mejor han funcionado. "Juan y Sara" en versión 60", ha llegado a 1,3 Millones de reproducciónes y el de "Pedro y su hija" ha superado las 300.000. Además, el contenido se mostró en cines durante la Navidad. Pues eso, ahí queda: son datos que desconocía y que enriquecen el post.  Parece que los resultados comerciales de Movistar Series están yendo bien, cosa que celebro porque (repito una vez más), me parece un producto estupendo.

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5 claves para comunicar con éxito en Medios PAGADOS/PROPIOS/GANADOS

Hemos oído tanto esta afirmación que ya nos suena a cantinela: estamos asistiendo al salto más gigantesco en la comunicación humana desde la invención de la imprenta.

Es totalmente cierto.  Y observo desde hace años, desde que comencé a interesarme por el contenido como fórmula para comunicar mensajes de marca de forma no intrusiva, que al respecto existen dos posturas encontradas:

  • O intentas innovar y tiendes a aborrecer todo lo anterior, en cuyo caso de conviertes en un talibán del cambio… "El GRP ha muerto, etc, etc".
  • O te opones agresivamente a ese cambio y te eriges en fundamentalisma de la conservación de tu estátus.  

Todos sabemos quiénes están a ambos lados de la mesa.  En el primer grupo, los oportunistas del "marketing online" (y que habitualmente no saben muy bien qué es el marketing online) y la mayor parte de los sectáreos que todavía quedan de la primera explosión de las redes sociales (donde solo había que ser cool y desear a la gente un feliz viernes para ganar una cuenta).  Añado algunas productoras audiovisuales en busca de ingresos, una vez esquilmadas sus fuentes tradicionales.

Al otro lado, Big brother (el oligopolio formado por medios, agencias de publicidad de "las de siempre" y anunciantes), más interesados en proteger su status quo que en reconciliarse con un consumidor hastiado de interrupciones.  De nuevo generalizo: en el 2014 he tenido la oportunidad de trabajar con gente extraordinariamente talentosa que realmente sí tiene una voluntad de construir colaborativamente una comunicación más eficaz (más ecológica, si puedo usar el término).

Yo no me identifico con ninguno de los dos grupos.  Como he escuchado decir a Risto Mejide en varias ocasiones, el contenido es solamente "ese hermano pequeño de los anuncios que acaba de nacer y, que como todos los hermanos pequeños, es un cabrón" (por lo que le exigirá ponerse las pilas en casa donde antes hacía lo que le daba la gana).

Eso sí, tenemos que entender cómo van a compartir su espacio ambos hermanos en el hogar: aquí 5 claves en las que creo profundamente.

1. No prescindas de ningún medio

Apostar por estrategias de contenidos, como hacen San Miguel, Coca-Cola, RisiGalp Energia (no cito Red Bull ya que lo hace todo el mundo por mí) significa fundamentalmente tres cosas:

  1. Crear contenidos ad-hoc para esas marcas, a partir de un briefing escrito por ellas.  
  2. Ser capaz de producirlos con una óptica de entretenimiento donde primen las "historias de personas" (aquellas con las que el usuario puede empatizar, seguir, compartir, incluso co-crear..) sobre las "historias de producto" (los clásicos discursos comerciales y monocordes sobre la supremacía de nuestro producto).
  3. Distribuirlos adecuadamente.  YouTube está repleto de cientos de contenidos bien ejecutados por marcas de todos los sectores, y que sin embargo han alcanzado audiencias pírricas que no aportan un mínimo ROI a los mismos.  

Este tercer punto es vital, y a menudo le restamos importancia o incluso nos lo saltamos.  ¿No realizan autopromo las pelis cuando llegan a las pantallas de los cines? ¿No lo hacen las editoriales cuando lanzan una nueva revista? ¿No lo hacen las emisoras de radio al comienzo de cada temporada?  Pues nosotros debemos hacerlo también.

Aunque parezca paradójico los contenidos no solo pueden sino que deben apoyarse con una inversión en medios pagados para conseguir algo que parece una perogrullada pero que es fundamental: para que nuestro target sepa que existen.  Aquí comparto con vosotros la regla del 1/1 = ¿has invertido un euro en la producción del contenido?  Pues invierte otro euro en promocionarlo.  Esta inversión servirá para dar un empujón a tu audiencia en medios propios, y a su vez, ello derivará (si el contenido es bueno/relevante) en una mayor actividad social de terceros (medios ganados).

2. Utiliza cada medio en una fase diferente de tu embudo de fidelidad

  • Los medios pagados, como indicamos en el punto anterior, son idóneos para construir notoriedad, pero difícilmente van a ayudarte a movilizar a un target masivo para que pruebe tu producto.
  • Los medios ganados son los más eficaces para activar la prueba y las primeras-recompras.  Esto lo explica mejor que nadie Everett Rogers en su teoría de la difusión de innovaciones:  lo primero que necesitamos los humanos para comprar algo nuevo, para apostar por una nueva idea, para votar a un nuevo partido… es ser testigo antes que nada del ejemplo de otros humanos.  Por tanto ese boca a boca es crucial para transformar la notoriedad en adopción.
  • Finalmente, los medios propios contribuirán a consolidar la relación con tus usuarios, pero si no utilizas adecuadamente los anteriores, no generarás una corriente suficientemente copiosa de gente hacia tus canales.

Embudo

3. Las marcas son del consumidor, no nuestras. Prueba a soltar un poco las riendas…

Vivimos en un nuevo ecosistema donde no sólo las marcas comunican: TODOS comunicamos.  Este blog tiene el mismo potencial que Elmundo.es para convertirse en el medio más consumido en español.  No lo es porque ni la variedad ni la calidad de los contenidos se lo permitirían, pero a cualquier internauta de Singapur, Sudáfrica o Nueva Zelanda le resultará igual de fácil conectarse a cualquiera de las dos webs.

Esto otorga a los consumidores un poder gigantesco: en 1995 el 80% de las webs eran propiedad de las corporaciones (eran gigantescas plataformas, carísimas de producir y mantener).  En 2014 más del 90% de los sitios son propiedad de usuarios, que pueden distribuir su contenido contando lo que les plazca de forma totalmente gratuita.  Teclea el nombre de cualquier marca de gran consumo en Google y verás que en la primera página de resultados la mayoría de las entradas proceden de sites creados por los usuarios.

Y a pesar de eso seguimos empeñados en no ceder el control de la comunicación de nuestras marcas.  Esto es absolutamente miope.

Recuerda el ejemplo clásico de Coca-Cola y Mentos: cuando Coca Cola descubre que hay dos frikis colgando vídeos de experimentos con estos dos productos que alcanzan millones de visitas, lejos de intentar callarles, ponen a su disposición más medios para intensificar el eco de sus vídeos.  Una marca accesible que se baja de su pedestal y comparte su comunicación con al gente normal. Magistral.

En los medios pagados puede que logres resultados mantiendo las riendas bien aferradas.  Pero para lograr el crecimiento simultáneo de tus medios propios o ganados, habrás de relacionarte de modo equilibrado con tu target. 

4. El boca a boca no es un medio sino un fin

Es cierto que a veces entendemos los medios ganados como un sinónimo de boca a boca.  Esto no es realmente así.

El boca a boca existe desde que el hombre se bajó de los árboles.  Desde entonces las conversaciones han contribuído a desarrollar la especie humana.  El proceso siempre ha sido el mismo: hablamos, aprendemos y como consecuencia, innovamos.

El boca a boca en un fin: algo que queremos conseguir con toda comunicación que realizamos. La misma publicidad, que denostamos con tanta ligereza, ha perseguido siempre ese mismo fin:  acelerar el boca a boca para generar masa crítica y rentabilizar un producto lo antes posible.  Cuando publicitamos un producto no hacemos otra cosa que intentar acelerar las conversaciones de los usuarios sobre el mismo.

5. La "ciencia" de lo digital no elimina el "arte" de la Estrategia

En Másters digitales en los que imparto sesiones de Branded Content, siempre surge algún alumno que justifica la apuesta por la publicidad de interrupción (banners, pre-rolls, etc) con la excusa de que, todo aquello que se puede medir, se puede optimizar.

Cierto.  Pero cuando celebramos como una victoria un 1% de CTR, olvidamos que el 99% restante de la inversión está tirado a la basura.  Y olvidamos también que ese 99% que lucha frenéticamente por ocultar nuestra publicidad para ver lo que realmente quiere ver, jamás verá con buenos ojos que nuestra marca le haga perder el tiempo.  (Paréntesis: ayer leí un artículo muy bueno del señor Fernando de la Rosa (Titonet) sobre la falta de visión de la publicidad online actual)

Es cierto que ser capaces de medir el comportamiento online del usuario (y no lo olvidemos, todo o casi todo es ya online) nos da una ventaja científica sobre el modo en que antes planificábamos los medios.  Pero no es menos cierto que el medio ya no es el mensaje, porque es el propio mensaje (su utilidad y su relevancia para el target) el que debe hacerse merecedor de su atención.  El mensaje es el medio, coma apunta Kevin Roberts, autor del célebre "Lovebrands".

Mi conclusión

Observad este último gráfico:  la publicidad que nos enseñaron a crear realmente actuaba como un generador de boca a boca.  En el siglo pasado nuestros anuncios llegaban al aire en un compartimiento estanco (los medios pagados) desde el cual aspirábamos a que en otro punto (la calle) se generase una oleada de boca a boca positivo sobre nuestro producto que terminase repercutiendo positivamente en su salud.

Con el nacimiento de las redes sociales (Facebook ve la luz en 2004), los medios ganados comienzan a hacerse eco de lo que sucede en los medios pagados. El vídeo procedente de YouTube comienza a compartirse meteóricamente.  Y los consumidores, por supuesto, efectúan juicios sumarísimos de las marcas que crean esas comunicaciones, todos los días del año!

Y finalmente, en nuestros días, las crecientes posibilidades que la tecnología ofrece a las marcas (marketing móvil, economías de escala en la distribución de contenidos, etc) unidas al hastío del usuario con respecto a la publicidad en los medios pagados, hace que las marcas apuesten cada vez más por contenidos propios, que actúan como puente entre los medios tradicionales y las redes sociales.  

Este es el punto al que queremos llegar: un contenido excelente en medios propios (que informe o entretenga al usuario de forma que éste venga a por más), debidamente promocionado en medios pagados y que genere una copiosa conversación en medios ganados (algo que siempre podremos estimular con mecánicas participativas – ver punto3- ).

PPG

 Esto es todo.  Saludos a todos.

 

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Dónde encaja el contenido en Retail? (mi ppt en Fenalco Colombia)

 Lo que el contenido de marca no es

  • El contenido no es una técnica publicitaria.  Un teaser o una demo por ejemplo, sí lo son.
  • Ni mucho menos es una técnica de marketing.  Marketing es gestionar una empresa, contenido implica comunicar un mensaje.  Lo uno tiene poco que ver con lo otro.  Salvo que para gestionar una empresa rentablemente, frecuentemente no te queda otra que salir a la calle a por clientes y entonces debes comunicar un mensaje.
  • El contenido no es una innovación. Procede de 1930 (de las primeras soap operas de marcas como Oxydol, Texaco o Colgate).  Otra cosa es que la creciente ineficacia de los formatos publicitarios convencionales nos haya llevado a rescatarlo del baúl de los recuerdos.
  • El contenido no es un filón para que las productoras audiovisuales sobrevivan (ya lo siento, pero ayudar a crear marcas sostenibles va primero, y de estrategia de marca la mayor parte de los productores saben muy poco o nada).
  • El contenido no es un filón para que las agencias de redes sociales sobrevivan (ídem).

El contenido de marca es un enfoque de comunicación. En otras palabras, una manera de entender la comunicación, consistente en sustituir la interrupción ("push") por la utilidad ("pull") consista esta utilidad en información o en entretenimiento.

Precisamente porque el contenido es una manera de comunicar, y no una técnica que debamos circunscribir a un único medio, lo debemos entender como una proyección de la estrategia de marca.  Y como tal concebirlo, producirlo y distribuirlo.

La importancia del Retail en la construcción de la marca

Los expertos en Retail (a pesar de haber trabajado durante casi diez años en anunciante, yo no lo soy), dicen que la importancia del punto de venta en el embudo de fidelidad será cada vez mayor en el futuro.

Como expuso hace décadas Edgar Dale, y he contado otras veces en este blog, toda experiencia que permita al receptor de un mensaje involucrarse activamente, dispara el recuerdo y permite a este receptor empatizar con el emisor.  Por eso el punto de venta (un gran generador de experiencias) es tan importante.  Porque permite palpar, degustar, escuchar, oler, ver… en definitiva interactuar para determinar si la marca nos ofrece verdadero valor o si simplemente nos lo promete en los medios para luego defraudarnos en el lineal…

En un mundo sobresaturado de impactos publicitarios, la marca no es un mero cartucho que disparar en los anuncios.  Es un activo que debemos comunicar consistentemente.  Que dos de nuestras principales marcas españolas (Zara y Mercadona) hayan logrado posicionarse de forma inequívoca en nuestra mente sin utilizar para ello la publicidad, demuestra que hay vida más allá de la publicidad. Que hay formas más eficaces que los anuncios de comunicar nuestras marcas.

Un resumen visual

Os dejo un resumen de estas ideas, que presenté en "Góndola", el mega-evento anual de Fenalco, la organización nacional del sector de Retail en Colombia, donde tuve el placer de acudir hace diez días.

Se trata, en definitiva, que el punto de venta sea una extensión más de una comunicación entretenida y útil que enseñe a comprar, y por encima de todo, que el consumidor sí quiera en su vida.

Aprovecho para agradecer a la organización la invitación: además de la extraordinaria hospitalidad, fue un gusto comprobar que existe un gran talento comercial por allí, incluso entre el pequeño empresario.   A vuestra disposición si tenéis cualquier duda sobre la ppt o queréis comentarla.

Un saludo a todos.

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10 maneras «LOW COST» de investigar a tu target si trabajas en Marketing o Publicidad

Supongo que a estas alturas del cuento todos estamos de acuerdo en que la manera de atraer clientes fieles es desarrollar relaciones sinceras y equilibradas con ellos.

En un mundo hiperconectado donde cualquier usuario tiene una audiencia potencial a la altura de la marca más gigantesca (el poder de Internet y los Social Media), exagerar, mentir y contar milongas en general es un camino seguro hacia un único lugar: el desastre.

Hablar desde la soberbia

El problema principal que tenemos los que trabajamos en esto de comunicar mensajes de marca es la soberbia.  Esto se lo he oído decir a los profesionales que más admiro del sector, tanto españoles como extranjeros.  Medimos nuestra creatividad por los premios que ganamos en los Festivales y no por los productos que venden nuestros clientes.  ¿Para qué sirve entonces la creatividad? ¿Para arrancar aplausos a nuestra competencia o para que nuestros clientes se desmarquen de la suya?

El problema que tenemos se parece mucho al que tienen gran parte de los diseñadores de moda que están zozobrando en este momento por toda Europa:  están tan convencidos de su talento único y de su capacidad para arrastrar a las masas como si fueran el flautista de Hamelin, que llegan a despreciar lo mucho que la moda rápida le está dando al consumidor (en términos de variedad, inmediatez, conexión con la calle…).

A diferencia del Sr Amancio Ortega y su guerrilla de cazadores de tendencias que pululan todos los días del año por los principales centros de la moda (hablo de las calles, no de las pasarelas) a nivel mundial, estos diseñadores dan la espalda al consumidor por una sola razón: creen saber mejor que el propio consumidor lo que éste necesita.  El diseñador es el ojo que todo lo ve, el consumidor es solo parte de una masa informe que comprará lo que le ofrezcamos.

Una mentalidad del siglo pasado que, repito, nos condena al desastre.  Porque en nuestra sociedad sobresaturada los únicos impactos que nos interesan no son los impactos masivos, los puñetazos a lo bestia (lo que siempre hemos hecho) sino la sutilidad de los golpes de karate (sólo sabiendo dónde dirigirnos y cómo hacerlo podemos centrar el tiro allí donde es más efectivo).

Basta pensarlo un poco para darnos cuenta de que las marcas no son tanto nuestras sino de los clientes que las descubren y prefieren.  Por tanto es mucho más útil entender cómo transmitirlas mejor que manosearlas desde nuestro propio criterio contaminado.

Así que mejor mirarnos menos el ombligo y mirar más al consumidor.   Menos lanzarnos a hablar y más sentarnos a escuchar.

Ombligo

…o hablar tras una escucha paciente

Y me diréis: ok, fantástico, las grandes agencias y los grandes fabricantes tienen enormes presupuestos de investigación con los que invertir en los más incisivos estudios de mercado…, ¡pero yo no! Y armados con toda esa información, mis competidores son invencibles… 

Discrepo.

La ventaja que tiene la morfología de los mercados hoy día es que todo cambia constantemente.  No es posible detener el tiempo para sacar una foto estática de un segmento poblacional, y pretender que los resultados que obtengamos sean verdad durante mucho tiempo.  De hecho, tiendo a pensar que la mejor metodología que tenemos a nuestro alcance es la observación.  Estudiar al consumidor sin meterle en un focus group donde le coartamos, sin torpedearle con cuestionarios.  En definitiva, en las condiciones más neutrales y parecidas a sus hábitos cotidianos de consumo.

Esta realidad, no tengáis ninguna duda, explica el auge de disciplinas como el coolhunting (pura observación) o las encuestas digitales que pretenden monitorizar el comportamiento online del usuario.

Coolhunting

La buena noticia es que salir a escuchar a tus clientes a la calle es gratis.  Y hacerlo en Internet frecuentemente también.  

Y aún así no lo hacemos y nos ponemos a elucubrar estrategias de Power Point (el Power Point todo lo aguanta) sin antes hacer el más mínimo esfuerzo por googlear siquiera un par de horas…

10 recursos para empezar

Si como yo, trabajas en una PYME y tienes el presupuesto justo para investigación, ello no excusa para trabajar de espaldas al consumidor.  Aquí tienes 10 cosas que yo intento hacer con toda la regularidad que puedo para tener siempre ideas frescas de las que tirar:

  1. Para aprender un poco de coolhunting "casero" recomiendo el libro de Víctor Gil (elemental, pero precisamente por eso fácil de entender y aplicar).
  2. No te dejes nunca el smartphone en casa.  Fotografía aquello que te llame la atención.  Asocia.  Y si esto de asociar te parece muy abstracto, habla de esas cosas que te han sorprendido con tus amigos.  Y seguro que de vez en cuando ellos te ayudarán a asociar esas cosas con alguno de los proyectos que te quitan el sueño.
  3. Para ordenar la información que encuentras en Internet sin que se convierta en un tormento, sin petar tu barra de marcadores y por supuesto sin tener que imprimir los artículos que te han interesado, puedes utilizar un servicio de gestión de marcadores como Delicious o Digg.  A lo mejor estás pensando, ¡menuda novedad!  Cierto, llevan unos cuantos años disponibles. Pero cuando pregunto a alumnos de Máster entre 20 y 30 años que están preparando proyectos fin de máster y deben manejar ingentes cantidades de fuentes bibliográficas, ¡nadie los conoce!
  4. Google Alerts.  Otra obviedad que usamos muy poco.  Tú marcas la periodicidad de los avisos para que algo útil no se convierta en un incordio.
  5. Utiliza alguna herramienta de escucha en Redes Sociales.  Al final Facebook o Twitter es donde nos arremolinamos a hablar de lo que nos gusta o nos disgusta, en cierto modo es un segundo hogar en el que nos sentimos cómodos y nos explayamos.  Y podemos acceder a él y escuchar.  Como no soy el más indicado para recomendar este tipo de herramientas, te recomiendo a uno de los muchísimos artículos interesantes que escribe Juan Marketing en su blog.
  6. Fuentes RSS: otro ejemplo de una herramienta que está cayendo en desuso, opino que porque no siempre es fácil explicar su utilidad a terceros.  Para los que nunca las habéis usado, con estas fuentes a las que te puedes suscribir en la mayor parte de blogs, periódicos online, etc., te puedes configurar tu propio diario digital a medida.  De forma que cuando te sientes ante tu ordenador cada mañana puedes leer sobre cualquier cosa, tan general como "Branded content" o tan específica como "eventos musicales de marcas de cerveza".
  7. Benchmarking: esto suena genial en un artículo como este.  Hace que parezca muy sofisticado.  Cuando en la práctica se trata simplemente de fisgar lo que hace tu competencia para intentar hacerlo tú mejor la próxima vez.  Tan sencillo como eso.  La clave para mí?  Tener un concepto lo más amplio posible de "competencia": si te limitas a fijarte en lo que hacen los tres de al lado, probablemente veas bastante poca innovación alrededor.  Piensa en sectores colindantes al tuyo o por qué no, en innovaciones aportadas por empresas que directamente no tienen nada que ver contigo.  ¿Qué hacen increíblemente bien y cómo eso puede inspirarte a ti?  Cuando trabajaba en NIVEA solíamos escaparnos un día al mes a visitar el punto de venta por equipos, hacer de "mistery shoppers", mangar folletos, etc.  Un día al mes es seguramente bastante menos de lo que deberíamos salir a la calle a observar, pero es mejor que nada.
  8. Suscríbete YA a Trendwatching.com si no lo has hecho.  Inspiración pura para estar al tanto de lo que pasa alrededor, desde la óptica de la sociología al servicio del Marketing.
  9. ¿Necesitas números para sustentar un argumento en una de tus presentaciones o propuestas?  En internet tienes plataformas que te permiten crear encuestas de forma gratuita o casi gratuita.  Prueba en Feebbo o Evalandgo.
  10. Y sobre todo, consíguete una vida! :) Si trabajas en publicidad o en marketing, no puedes permitirte el lujo de pasarte 12 horas diarias en el curro.  A mí me sucedió en mi primer trabajo en publicidad.  Trabajaba como un cabrón: entraba a las 9 y rara vez salía antes de las 11 de la noche.  Día sí y día también.  Y eso te termina convirtiendo en un troglodita, alejado del mundo, de las noticias, de las tendencias de ocio… O lo que es lo mismo, alejado de los consumidores y del valor que puedes aportar cuando tengas que dirigirte a ellos!  Menos reuniones y más ir al cine, al teatro, a exposiciones, etc.  Esto no es altruismo, ni charleta sindicalista, créeme, es la mejor inversión en tu productividad.

Espero que alguna de estas os resulte útil, sólo comparto cosas que a mí me han resultado útiles a veces.  Saludos a todos.